jueves, 29 de septiembre de 2011

Historia en Toledo

Aquella noche el mundo parecía haberse acabado, el silencio se apoderó de las delicadas calles de Toledo, las casas se caían a trozos y las extremidades y víceras de algunos cadáveres estaban desperdigados por lo que alguna vez, fueron las calles de Zocodover. La sangre bajaba lentamente por el alcantarillado, parecía saber cual era su lugar. Puedo oir como el llameante fuego se lleva consigo partes de los bulevares a sus fauces, e insatisfecho los iba deborando de puerta en puerta. Puedo oír el crujir de las vigas al ceder ante aquellas llamas arrogantes, puedo oír el crujir de la madera al desaparecer lentamente entre los brazos del diablo o al ser lebantada por alguna débil mano intentando escapar de los escombros. A lo lejos puedo ver algunos cuervos deborando los despojos de lo que alguna vez fue alguien.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Lost + person = Loser

Eso es, échame a mi la culpa, vamos sigue, ignora lo que has hecho y di que ha sido otro. Vamos, querida, cuando esto acabe te daré mis felicitaciones en un ramo de rosas con espinas punzantes. Los hechos no dejarán de existir sólo porque tú los ignores. Hasta las bellezas literarias como tú tienen espinas, y querida, acabas de demostrarlo. Mucho cabello dorado, labios cual carmín y piel de lirio, pero aquí los espinos no dejan de crecer. Si, realmente me equivoque contigo, no hice caso y aquí me tienes esperando a que me claves el cuchillo por las entrañas después de haberte saciado golpeándome como si de un saco de boxeo se tratara. No me hace falta decírtelo, con mi mirada te desafio, se que puedes ver lo que siento en este momento, "traición" . Confié en ti, ahora me toca pagar las consecuencias de esta loca relación.
-Vamos, no dices nada, ¿te has ofendido o es que no tienes nada que decir?-reías y reías.
No me hace falta contestarte, aun me queda dignidad, cosa que tú perdiste en cuanto diste la primera puñalada. No paro de mirarte por si algún casual te das cuenta de tu cara, de tus actos, de tus movimientos... Al parecer a ti siempre te ha incomodado el silencio, a mi en cambio me parece hermoso; él dice más que lo que puedas soltar tú por esa boca.
La sangre sale de mi estomago abierto de arriba a abajo con tropecientas puñaladas, espero que por lo menos hallas disfrutado porque sino es así, dime: ¿Te ha servido de algo? De mi boca caen hilillos de sangre, mi cuerpo tiembla por si solo, tú crees que yo ya lo he dado todo, pero mis labios enmarcan una sonrrisa, que si dios quiere, sera para siempre.
-¡¿DE QUÉ TE RÍES?! ¡CONTESTA!-Entonces es cuando te miras las manos y realmente te das cuenta de lo que has hecho, te has dejado llevar. Sueltas el cuchillo. Colocas tus manos sobre tus labios mientras que de tus ojos llueven lágrimas lentas.
-Gracias-tú sin entender ni una sílaba de la palabra, lo puedo ver en tus ojos, te preguntas por qué. Se que lo entenderás con el tiempo ya que no eres tonta. Te doy gracias por no dejarme marchar con una mala imagen de ti, no quería irme mientras viera tú mirada perdida y tus manos llenas de ira. Yo se que tú al cielo no vas, no has parado de demostrarlo, pero qué puedo hacer yo, quizás la que realmente tuviera más problemas fueras tú y yo nunca quise darme cuenta, pero eso no cambia el hecho de que lo hicieras todo al revés, hasta tal punto. Por un lado siento pena pero por otro así son las cosas y tú misma te lo buscaste con tus actos; de ese juego yo no formo parte.
Ahora lloras, antes bien que reías, pero ahora lloras, o bien te diste cuenta de que lo hiciste mal o bien sabes que esto marca el final de tú libre libertad.
A medida que mis ojos se van cerrando y mi sonrisa se va haciendo permanente tus lágrimas cada vez caen más rápido, lloras  porque te nace del alma  o porque no sientes nada. Si me tengo que morir quisiera que fuera la semana que viene, pero a estas alturas ya no puedo elegir.
Al fin me di cuenta tarde pero me di cuenta, me di cuenta de que la única persona que valía y que me llenaba estuvo en todo momento conmigo, no quise darme cuenta, comprendería que no fuera a mi funeral. Si pudiera la semana que viene le haría una gran fiesta de cumpleaños, no sería suficiente  pero seguro que no me llegaría el dinero para más... Que curioso en lo que piensa uno cuando se esta muriendo...

martes, 6 de septiembre de 2011

¿Una apuesta segura o un pacto trucado?

Creíste ver la luz, pero no fue otra cosa que la bombilla de tú jaula. Por un momento pensaste que el cielo te abría sus puertas y te brindaba su bienvenida, pero ese lugar no es para nosotros. Hace tiempo que esas puertas ya no nos pertenecen. Hace tiempo, que a lo que tú llamas salvación divina, nos rehúsa. Nos tienen encerrados como a cobayas humanas. Nuestro destino se pudrió en el momento en el que arrojamos nuestras identidades al vació. Simplemente nos creían muertos. Pero eso no cambia el hecho de que tanto mis manos como las tuyas estén manchadas de sangre. Un ojo, por otro.
Yo soy de los que piensan que el cielo es para los cobardes y el infierno para valientes; soy de los que piensan que lo hecho bien hecho que está, ya no se puede volver atrás por mucho que lo lamentes. Soy de los que tienen la vana esperaza de conseguir lo que se proponen por muy dificil que sea. Al contrario que tú, que esperas acostado en tu lecho con brazos abiertos a que llegué la salvación. No puedes esperar a que las cosas caigan del cielo. No puedes esperar que alguien te tienda la mano si tú se la has roto antes.
Tú crees en un Dios y me lo pintas con un camino de rosas sin espinas, pero viejales todas las rosas tienen espinas. No pretendas arrancar una rosa sin pincharte. De tanto creer por creer has acabado pensando que todos tus crimenes serán recompensados. Por mucho que lo lamentes el daño ya esta hecho.
-¿En qué piensas?
-En ti.
-Que alagador, pero yo no soy de esa acera.
-¿Crees qué esperando ahí sentado te vas a salvar?
-Si, mi Dios no me dejara aquí.
-Por desgracia para ti esa milagrosa salvación de la que hablas no vendrá a por un rufián como tú.
-Eso es lo que tú te crees.
-Ser creyente no significa que te espere una savación segura.
-¿Quieres apostar?
-No tengo nada que apostar. Mi alma hace tiempo que le pertenece al diablo. En cuanto a dignidad ya no me queda.
-¿Qué tal lo que te quede de vida?
-Trato hecho.

-Recuerda lo que te voy a decir: La vida es un juego de ajedrez en el que hay que aprender a jugar tus fichas. Solo tienes una oportunidad para hacer mate y solo se sabe quíén gana al final de la partida.