jueves, 29 de septiembre de 2011

Historia en Toledo

Aquella noche el mundo parecía haberse acabado, el silencio se apoderó de las delicadas calles de Toledo, las casas se caían a trozos y las extremidades y víceras de algunos cadáveres estaban desperdigados por lo que alguna vez, fueron las calles de Zocodover. La sangre bajaba lentamente por el alcantarillado, parecía saber cual era su lugar. Puedo oir como el llameante fuego se lleva consigo partes de los bulevares a sus fauces, e insatisfecho los iba deborando de puerta en puerta. Puedo oír el crujir de las vigas al ceder ante aquellas llamas arrogantes, puedo oír el crujir de la madera al desaparecer lentamente entre los brazos del diablo o al ser lebantada por alguna débil mano intentando escapar de los escombros. A lo lejos puedo ver algunos cuervos deborando los despojos de lo que alguna vez fue alguien.

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