“Antes de empezar nada,
quiero dedicarle esto a una persona muy especial. Espero que esto te
anime este día de lluva inocente, y que olvides tus penas, y limpie
tus heridas como el agua de manantial. PD: esto que voy a escribir no
creo que sea mi estilo pero por darte un capricho no me moriré^^,
buena suerte pequeña, esto va por ti...”
De: Hari
Aquí empieza esta
entrada:
Una vez aprendí que
llorar no servía de nada, me costó aprenderlo, pero lo aprendí;
porque a nadie le importa lo que te pase... Pero allí estabas tú
aquel día... Cuando más necesitaba un abrazo, cuando más
necesitaba olvidar la existencia de cualquier vocabulario, cuando ya
había perdido la fe en el ser humano... Cuando todo lo que me
importaba había perdido su valor habitual porque no estaba a mi
alcance.
Tus ojos negros y tus
cabellos cobrizos, tu sonrisa escuálida y tu piel bronceada marcaban
el compás de un bonito abrazo; y sin saber por qué, me asuste. Te
empuje, te mire con rabia, deseé que te partiese un rayo y te
comiese la tierra... Pero simplemente encogiste los hombros y
preguntaste con dulzura:
-¿Qué te pasa?
Eras un bobalicón
papanatas que tenía un corazón de oro, y que a pesar de las
infinitas cosas que el mundo te había hecho, eras un trozo de pan
que regalaba abrazos a la gente que los necesitaba.
-Y a ti que coño te
importa.
-Tienes razón no me
importa nada-me dices irónicamente-Por eso vengo a abrazar a una
desconocida-cruzas los brazos y me miras-Sabes normalmente, en
situaciones como estas se dan las gracias, no se maldice a la gente.
-O, ¿de verás?-digo con
cinismo- Por qué no, abrasemos a un desconocido y contemosle mi
asquerosa vida.
Sueltas una carcajada...
-Bueno, solo será
asquerosa si crees que lo es... Los sueños no están para soñarlos,
están para cumplirlos. Si te amargas ahora pensando en lo mal que lo
estas pasando y no haces nada al respecto por arreglarlo o quizás
por hacerlo más soportable...¿Qué lo que esperas de la vida? Ella
no regala nada, ella no canjea nada, simplemente te pone desafios. Ya
sabes, o te comes el mundo o el mundo te come a ti.
Y sí, sé que tenías
razón. Y en ese momento quise pedirte otro abrazo, pedirte que fuera
eterno y que por un momento nos olvidáramos de las palabras que tan
bien se te daban usar; pero bien por miedo o porque soy muy orgullosa
no dije nada. Suspiraste después de unos segundos y dijiste:
-Lo siento, ¿vale? Sólo
quería ser amable, nadie se merece sufrir. Por cierto... Me llamo
Pánfilo.
-Pues un poquito si que
eres.
-Pánfilo Agapito.
Me río a más no
poder...
-Ves que no era tan
difícil sonreír.
-No te llamas así,
¿verdad?-digo secandome las lágrimas.
-No-sonríe- Ahora en
serio, me llamo Kyle/Christian.
-Yo Amy.
Ahí empezó todo... Ahí
fue cuando empecé a enamorarme, pero no como las últimas veces,
esta era real, y aún cuando me había prometido no volverme a
enamorar esta vez era muy diferente... Esta vez quería hacer algo al
respecto pero no quería olvidar lo demás, y pensaba que si
intentaba cualquier cosa desaparecerías como los demás, y no serías
más que otro hijo de puta que se fijo en una pobre chica que parecía
destrozada y a la que quizás consiguiera tirarsela un par de veces
siendo algo amable... La vida me había enseñado que no le importas
a nadie, que todos quieren algo a cambio, contigo aprendí que hay
personas que lo valen...
Ayer, en una de nuestras
quedadas a ver el amanecer desde la punta de un despeñadero solté
sin pensármelo:
-Algún día tendré el
valor suficiente para besarte.
Me miraste sonreíste y
dijiste:
-¿Y por qué no ahora?
-Porque si me esperas
hasta que llegue el momento es que me amas tanto como yo a ti, porque
si me esperas jamás te seré infiel, porque si me esperas
demostraras lo leal y valioso que eres, porque si me esperas serás
el único que haya merecido la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario