lunes, 26 de diciembre de 2011

Algo esta pasando-Parte II

Sigo por la primera página, no consigo  concentrarme en lo que estoy leyendo, no paro de pensar si todo es un sueño. Le doy un sorbo a mi décima taza; cansado de mirar lineas a la que mis ojos no le dan significado alguno miro a Petra. Ella esta despierta apelotonada entre las sabanas.
-¿Te duele?-Le pregunto señalando al hombro.
Ella asiente. Dejo el libro y la taza de café sobre la mesa, me levanto.
-Voy a buscarle remedio.- me agarra de la camisa, no quiere que me valla a si que me siento al filo de la cama junto a ella. El silencio se hace largo e incómodo y su mirada se vuelve petrificante.
-Quiero ir a buscarlo. Quiero darle a Jeremy el entierro que se merece.
Alza la mirada hasta que las nuestras se cruzan y simplemente asiento. Me levanto y le tiendo la mano. En sus labios se dibuja una sonrisa rota, con eso me basta. Me doy la vuelta para ir a la cocina y ella se levanta y me agarra la camisa.
-¿Eh?- sacudo la cabeza, y pienso para mi: "Ya se le pasara". Sigo de camino a la cocina, no se despego de mi ni un segundo. Le termine el desayuno con dificultad, era difícil manejar los utensilios en una cocina tan estrecha si alguien se agarraba a tú espalda, pero supongo que el bocadillo no había quedado tan mal, se lo zampo de una manera, parecía no haber comido en tres meses.
Enciendo un cigarrillo "Quizás, así se me pase la pesadez que tengo".
-Toma esto es para el dolor.
Ella niega con la cabeza.
-Tienes que tomártelo si no quieres que te duela.
Vuelve a negar con la cabeza.
-¿Por qué?
-Me recuerda que esto no es un sueño.
-Acaso no te vale con que yo este aquí para recordartelo.
Insiste en negarse.
-¿Es que no confías en mi?

martes, 20 de diciembre de 2011

Prostituta por 60€


Entre en uno de esos bares donde las caderas de algunas chicas se mueven semidesnudas entre las barras del escenario.
-Ve alguna que le cause impresión.
-Si me permite decirle una cosa, bajo mi punto de vista lo que se les hace ha estas pobres chicas no tiene nombre.
-Son ellas las que venden su cuerpo.
Doy una calada al Camel que tengo entre los dedos.
-Bajo un manto de mentiras y lujuria.
-Sino le gusta no venga, nadie le obliga.
-Bueno, tiene razón, pero a diferencia de los monstruos carcas que hay aquí yo no vengo a follar como un poseso.
-Si me permite…- el hombre hizo una reverencia mientras su mirada se posaba sobre la chica número dos.
-Busco información sobre esta chica de aquí.- plante una foto sobre la pequeña mesa circular y apague el cigarro sobre el cenicero.
-No me suena. En este bar nunca ha estado y créame yo le soy muy fiel a este servicio.
-¿Seguro? Los sesenta euros tienen su nombre.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Algo esta pasando

Una voz me despierta de mi sueño, yo sólo quería seguir durmiendo sobre plumas pero la voz rota de Petra me despierta entre lágrimas que deslizan mejilla abajo. No entiendo, no quiero entenderlo, ni si quiera quiero saber porque llora.
-Lo han matado, lo han matado.
Me levanto a prisa y me golpeo la cabeza contra el techo del ático. Me siento en el filo de la cama.
-Mierda...- de mi cabeza sala un chorro de sangre, pero no es la única que está fuera de lugar, Petra tiene una profunda herida en el hombro izquierdo.- ¿Qué ha pasado?
-Han matado a Jeremy... Pronto seremos los siguientes.- ella me abraza el torso desnudo, nunca me gusto dormir con camisa. Siento como tiembla, tiene las manos frías y su ropa esta empapada. Yo le acaricio el pelo y la mesó.
-Ya esta, ya paso... Un momento ahora vengo, voy a buscar ropa, toallas y curas.- la arropo en mi cama, no para de temblar y llorar, cierra fuertemente los ojos, se que desea desesperadamente despertar de esta pesadilla, porque yo también lo  siento.
Vuelvo, pero ella ya duerme en un profundo sueño. Quite las sabanas, le quite la ropa con cuidado para que no despertara,(sólo le deje la interior, era un buen amigo no un pervertido). Lo primero que hice fue secarla,  y lo segundo, curarle la herida, estaba tan profundamente dormida que ni si quiera noto el escozor ni los puntos; por último se la vende y la vestí con una camisa y unos pantalones míos. En el fondo era gracioso porque con su diminuto y flacucho cuerpo la ropa le quedaba tan grande que parecía un payaso.
Recogí la habitación, me puse una camisa y con un café de chocolate me senté en frente de Petra.
Apenas eran las seis de la mañana y los problemas no paraban de llegar como hormigas al pan.  En mi vida hubiese pensado que las cosas pudiesen tornarse de tal manera, parece que hoy me saltaría las clases, a si que me cogí el libro de "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Ya me lo había leído, pero es uno de mis favoritos quizás eso me ayudaría a distraerme.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Despierta de esa burbuja, una guerra mundial ha empezado.

Mirando las estrellas me di cuenta, el desastre estaba apunto de comenzar, una vida llena de penurias bajo una atmósfera llena de guerras perdidas para la humanidad. En el horizonte nacían luces rojas y alguna que otra nube de humo; la guerra ya ha comenzado. ¿Por qué, por qué luchar? ¿Para qué? De que sirven las cenizas qué caen del cielo, de qué nos sirven las múltiples luces que destrozan el suelo, sólo sirven para robarnos las estrellas. La oscuridad se volverá más oscura y no existirá otra luz que la de las llamas del miedo. El futuro se teñirá de negro azabache y rojo fuego, ese tono de rojo que arde en los infiernos y que nos arrebata, lo que por derecho, es nuestro. A si que vuelvo a preguntar ¿para qué sirve la guerra sino para robarnos las estrellas? 
-El dulce horizonte, cuanto lo hecho de menos.
-Lo que estas viendo no se puede denominar horizonte.
-Puede que tengas razón, pero lo creas o no, eso que vez a lo lejos, es el horizonte.
-Me niego a pensar que ese vals de colores sea el fin y que ello se llame horizonte.
-Por lo menos moriremos con un gran juego de luces, aunque las estrellas nos echarán de menos ¿no crees?
-Querrás decir que tú las echarás de menos.
-Sí, pero no.
-Explícate.
-¿Cómo echar de menos algo que no has visto? Es imposible, nunca notaría su falta, siempre me las he imaginado como grandes puntos de colores pegados en el manto de lo que llaman atmósfera un plástico transparente que protege a la humanidad del vacío. 
-Técnicamente no es así pero...
-Se como es realmente, no puedo verlo pero lo sé, aún así no puedo evitar que mi imaginación se dispare.
-Huyamos.
-¿A dónde?
-A algún lugar donde no nos alcancen las  bombas, donde no se nos caigan las cosas de los armarios debido a los terremotos, donde las llamas no quemen esta amarga soledad.
-Por el amor de Dios, al paraíso no puedes ir sino mueres antes.
-No hablo del paraíso, hablo de la otra cara del mundo.
-Seamos sinceros, para que movernos, las bombas y las cenizas nos perseguirán a donde quiera que vallamos.
-¿Por qué piensas eso?
-Porque el mundo se acaba aquí, este es el punto y final de la tierra.
-Eso no lo sabes.
-Si lo se, estamos en la cuarta guerra mundial ¿qué esperas? Que los cañones disparen  flores y camisetas con el símbolo de la paz. Se realista por un momento, la burbuja en la que vives no te permite ver lo que sucede. El mundo se partirá en dos y caeremos todos al pozo del vacío.


viernes, 2 de diciembre de 2011

Saltar al vació no es tan difícil.

I'm gonna tell you what you need to hear
And I'm a little too late
By three or four years
And it may not make much sense

Now that we are apart
But I'm going to stop pretending
That I didn't break your heart
I didn't mean to hurt you
I didn't know what I was doing
But I know what I have done 
    http://www.youtube.com/watch?v=mP-fuug8lE&feature=player_embedded#!
                      
  "El olor a muerte se quedo pegado a mis narices, el mundo se había caído de bruces a sus pies, porque el cielo y el infierno no eran suficientes para acunarla"

Parece mentira que mientras sonrío ella piense en saltar, últimamente no para de decir que la vida no tiene sentido si todo nos lleva al mismo fin... 
-Los bienes materiales, ni la felicidad, ni nada de lo que puedas hacer en este mundo te salvara de ese agujero, tarde o temprano caerás en él y después nada servirá de nada.
Ama demasiado la libertad, la expresión libre, la música, la pintura... no es capaz de saltar porque la vida le pesa más que la idea del suicidio, a si que sólo miro.
-Es triste que pienses eso, son unos ideales bastante estúpidos.
-¿Y si lo hiciera? Imagínate que saltara, que me tirara ¿qué pasaría?
-Morirías, yo no iría a tú funeral porque los no aprecian la vida no merecen parte de mi tiempo.
-No es que no la aprecie, es que no le encuentro sentido.
-Para que matarse, eso tampoco tiene sentido. Mientras vives tiendes ha agarrarte al hilo de la vida procurando que no se rompa.
-Pero las tijeras cortan.
-También se oxidan.
-Estas no.
 -Que va a hacer.
-Volar, abriré mis alas vacías y volaré hacía el sol, como Ícaro, seré como él, conseguiré ser libre, y mis alas no se derretirán porque serán las alas de la verdad las que lleve puestas ese día.
-Pero de aquí a ese día queda mucho, todavía queda una promesa por cumplir.
-¿Lo recuerdas? Ha pasado tiempo desde aquello.
-Como iba a olvidarlo, esa niña extraña poso sus ojos ante los míos y calló para siempre. Yo aplaudí fuerte, para que resonara por todas partes y consiguiera oír algo a su altura, pero se asusto, tenía miedo escénico, aún a sí, tuvo el poco valor para decirme que algún día cantaría sólo para mí. Todavía ando esperando por aquella promesa que creo ya perdida.
-Tenía la esperanza de que lo olvidarás.
-De aquí hasta ese día queda mucho para convencerte, aunque dudo que mis conjeturas te valgan de algo. Si te soy sincero hace tiempo que ando buscando a esa niña, porque la he perdido por completo, parece habérsela tragado la tierra y haber devuelto algo completamente diferente y defectuoso.
Me doy la vuelta y camino, me pierdo a lo lejos del horizonte agotador, comienza el espectáculo, no sé si ella esta mirando como desaparezco, pero yo si estoy mirando como consigue tirarse al vació, una gélida lágrima entumece mi mejilla, esa sería la última vez que la vería y esa no sería la última vez que escuchara esa canción, la letra se me grabo a fuego lento y desquiciante.