sábado, 26 de enero de 2013

Mereció la pena conocerte...

Vuelvo a escuchar tu música, la música que sonaba de fondo cuando te llevaron a una caja de madera en las afueras de tu casa, cuando solo permanecías como un recuerdo intacto...
  No dejo de acordarme de imágenes, recuerdos, momentos, gestos... No dejo de quererte, y creí que nunca te quise lo suficiente como para llorarte, creí que nunca te querría lo suficiente... Quizás este equivocada, quizás siempre lo estuve... Quizás solo guarde mis lágrimas para el momento en el que las pudiera comprender.
Sigo sin poder comprender porque derramo gotas translucidas cuando veo tu tumba o incluso si escucho esta banda que resucita a mis muertos vivientes. Sigo sin entenderlas del todo, el tiempo a pasado y aún así se hace más duro... No sé que marca dejaste, no sé que herida quedo abierta y no puedo sellarla.
Hace tiempo que ya no sueño contigo, hace tiempo que esos sueños milagrosos se me escapan de las manos, pero ahora me abordan las pesadillas ¿qué debo hacer?
Presiento que a cada día la distancia te va borrando de mi vida, el recuerdo de tu rostro desaparece, y me da miedo perderte por completo. Pesadillas como estas se vuelven reales; a penas puedo recrear esos momentos, tu cara, sin esfuerzo. Tengo miedo al olvido, tengo miedo a olvidarte por completo.
Te quiero, te quise y siempre te querré.
No lo dije en su momento y no me pidas que lo vuelva a repetir, porque cosas como estas solo suceden una vez en la vida.
Mereció la pena conocerte, viejo, mereció la pena...


                                                                                                 POR EL AMOR QUE YA NUNCA TE PODRÉ DAR, POR EL AMOR QUE ECHARÉ EN FALTA EL RESTO DE MI VIDA; POR TI ABUELO.

Algodón de azúcar para mua


A veces desearía morir en besos de algodón de azúcar, sólo por probar algo más dulce que la miel, más esponjoso que las nubes y tan agradable al paladar como la música para los oídos.
Una bala que da el escopetazo de salida es tan válida como una fruncida de ceño. Un pañuelo verde en el suelo no deja de ser verde; y si esta manchado de sangre es que alguien le rompió las ideas a otro alguien.
Si encuentras las llaves de mi piso, devuélvelas al cobertizo en el que vivo; si te las quedas, no vuelvas por aquí amigo mío.
Cuanto más esperas bajo la lluvia, más estúpido pareces, y sé que cuando dices que me quieres no es más que otra escusa para esconderte.

jueves, 24 de enero de 2013

Kat trae las llaves de vuelta

Kat camina y camina por la acera de los recuerdos, un bol de malos recuerdos le vuelve a seguir, ¿qué tiene que hacer esta vez?
Para ella estaba claro, o casi claro.
Borrachos en las puertas de los bares gritando: "Valla culo, monada", "Ven que voy a darte un poco de espada láser"... Cochinadas de esas. Los coches pasan de largo, alguna que otra moto ruge en la noche. Parejas en farolas y jonkis drogandose en los vertederos de la ciudad.
Llega a ese sucio cuchitril, sube las escaleras hasta el quinto piso y encuentra a Zack dormido con la espalda pegada a su puerta llena de años, con su guitarra pegada a sus brazos. Daba pena mirarlo.
Kat se sienta a su lado y apoya su cabeza en su hombro, parece que la noche no estaba para fiestas.
Zack despierta con el simple contacto de Kat.
-¿Y eso?-dice con voz ronca.
-¿Qué?
-Si no me lo quieres contar no hace falta que hagas el paripe, que nos conocemos-sonríe.
-¿No estas enfadado?
-¿Esto es una sonrisa no?
Ella asiente.
-Uf, creí que se me había olvidado como eran las sonrisas. ¿Tú crees que esto es una cara de enfadado?
-No, pero por eso pregunto, igual es por simpatía.
-O porque estoy lo suficiente borracho como para que me importe.
-Imbécil.
-¿No era eso lo que te gustaba de mi?
-De ti no me gusta nada.
-Uy, que melodramática. Por lo menos la casa.
-¿A esto lo llamas casa? Es una habitación de cuchitril.
-Si, pero es monísima.
-Estas borracho.
-Te lo dije.
-Mejor entramos, ¿si?
-Claro.
Kat se levanta, Zack medio lo intenta pero al final acaba arrastrandose para entrar. Sube a la cama con dificultad después de dejar la guitarra cerca del sillón. Tal cual, sin quitarse la ropa. Kat se sube encima de Zack y comienza a quitarle la ropa.
-¿Vas a abusar de un pobre desgraciado? Eso esta penado con cárcel.
-¿Qué dices? Solo voy a quitarte la ropa.
-Pues por eso lo digo.
-Bua, se me revuelven las tripas solo de pensar en eso.
-La otra noche no parecía importarte.
-Es que no había nada mejor por ahí.
-Porque nadie te parece mejor que yo.
-Bueno creo que el camarero no esta mal, pero a ti te tengo más a mano.
Kat termina de quitarle la ropa y los zapatos; se quita el traje y se pone una camisa de Zack como pijama, se acuesta en esa mini-cama junto a Zack.
-Buenas noches, rubia.
-Buenas noches, majadero.
Esa noche, Kat fue la única que no tubo dulces sueños, y aquí su mundo empezaría a desmoronarse de nuevo.

Buscando y buscando

Lloro blues por mis labios, lloro blues a gritos, lloro blues a lágrimas secas y calientes que recorren mis mejillas.
Lloro blues por la yema de mis dedos y no puedo parar.
¿Escuchas la melodía?
Es música, son notas, son lo que yo llamo cobijo, hogar.
¿Quieres compartirlo conmigo?
Todos nos escapamos de vez en cuando, este es mi vez en cuando.
Música cálida y reconfortante hasta las cuatro de la mañana buscando palabras para expresar esa sensación que me produce cada acorde.
Buscando una explicación en la espuma del café caliente de mi taza.
Buscando una explicación en las rayas de mi pared.
Buscando explicación en un cielo tan vacío como mi alma.
Leer las entrañas de una novela que derrita el tiempo con cada sílaba escrita.
Tocar las sabanas con la punta de los pies, en busca de sueños más profundos.
Buscando y buscando encontré la música de mi cuatro ruedas, que me acompaño hasta la carretera en un intento por buscar el paraíso corriendo hacia el sol. Nos quemamos como Ícaro, pero estas quemaduras son la prueba de que el paraíso esta en el lado contrario.

¡Sorpresa! ¿Qué es lo que buscan de mi?

A veces, solo a veces, quisiera perderme en mitad de las ensoñaciones que tanto perturban mi mollera. A veces y solo a veces, desearía que por una vez, la vida no se burlara de mi. Y a veces, solo a veces, desearía que por una vez las cosas fueran tan fáciles y tan sencillas, como para saber quien es quien.
Pero sé que es tan imposible como que Kurt Cobain resurja de sus cenizas como el ave Fénix.
Es mejor así, porque aunque siempre hay una excepción a la regla, yo soy la excepción de la excepción. Y ambos lo sabemos. No tendría tanta gracia si todo fuera así de fácil ¿no crees?
Mi especialidad es huir de toda conciencia con patas, hablo de mentalidades, de máscaras humanas. Y tú especialidad es hacerme sentir que eso no existe, tu especialidad es hacerme sentir que esa cúpula de transparencia metalizada desaparece.
Pero supongo que todo tiene un precio, supongo que todos queremos algo con nuestras acciones y ni tú, ni yo, somos menos que eso. Ahora la pregunta es ¿qué buscas tú?
No tengo alma que te pueda prestar, ni amor que te pueda dar, porque ya no me queda, mi corazón se ha disecado a si mismo. ¿Quieres saber una cosa? Lo que ya esta muerto no resucita.
Por aquí no van a entrar sucias mentiras, por aquí no queremos estacas con cáncer, sida y tumores cerebrales, no quiero que me infecten el alma de nuevo, no quiero que mi corazón vuelva a morder el anzuelo.
Siento ese sudor frío, es el miedo. Huelo el miedo a volver a equivocarme, huelo el miedo a volver a fallarme a mi misma.
Todo esto se junta en un compás de notas apestosas bajo la yema de mis dedos, todo esto se convierte en el polvo de los cuentos de fabulas infernales, todo esto no es más que otro punto y final en la historia de alguien. Y todo esto no es más que mi punto y final.

TOMA, ESO ERA LO QUE BUSCABAN ¿VERDAD? Disfruten del festín.


Te gusta creer que hay algo mejor en las personas, pero  ambos sabemos que es mentira. Años de creerte este estúpido teatro de las narices, tantos años de falsedad escondida tras paños translúcidos.
Supongo que hay cosas inexplicables pero ¿por qué la mentira es siempre una opción para el ser humano? He perdido la fe en él tanto como el ateo en un Dios, y aún me preguntas si confío en ti.
Busco confianza que no hay, porque nunca sé si me mienten y en este mundo de algodón de azúcar  en el que quieren que viva es un tanto… ¿Inadecuado?
Por qué dar oportunidades al resto cuando todo ser viviente es igual. Hablan de amor y no son solo hormonas que desentonan y necesitan algo de sexapil.
La gente crece en el típico cuento de princesas y héroes dispuestos a dar su vida por ellas. Ni yo soy una princesa, ni estoy en apuros; ni él es un héroe, ni quiere dar un centavo por un beso de tu “amor verdadero”.
Llámenme aguafiestas, pero es lo que hay, no hay realidad que se nos resista, porque somos nosotros quienes intentamos resistir y negarlo todo.
¿Es tan difícil perder la fe en el ser humano?
¿Es qué acaso es tan difícil creer lo que les estoy contando?
Levanta la cabeza, deja de creerte cada palabra romántica que escuchas, no es más que una sutil mentira con la búsqueda de algo tentador.
Crees en alguien, crees toda tu vida que algún día encontrarás algo especial en alguien con el que quieras compartir tus secretos más oscuros, pero no lo hay; porque quien creías un ejemplo a seguir también era una mentira.
Somos como animales, no tenemos ética ni moral más que la nuestra.
Joder, que por un momento me creí los cuentos que todos contabais. Que por un momento creí que había personas que se podrían salvar, pero ya no cabe esperanza para nadie.
Seamos sinceros, ¿por qué no? ¿Qué daño puede hacer eso?
¿Tan difícil es?
Ya veo que sí, pero déjalo, ¿quieres? Simplemente espero que te toque del mismo pan que repartes, y ni eso, porque eres tan malo como ellos. Cuanto prometisteis, cuantas mentiras.
¿Qué mas mentiras habéis contado?
Y ahora: Enhorabuena, tengo miedo, miedo de lo único que se debería tener miedo.  ¿Y qué voy ha hacer ahora? Correr hacía el otro lado. No os necesito, ni a ustedes ni a nadie para ser feliz;  no quiero escuchar otro repertorio de mentiras. Si quisiera escucharlo me iría a escuchar las campañas electorales.

martes, 22 de enero de 2013

Kat tiene las llaves, Beck es un payaso

-Sh. Soy yo.
-¿Beck?
Era él, el chico de pelo negro azabache y ojos verdes, de un verde tan chirriante que parecía amarillo. Esa sonrisa torcida y maleante con surcos cercanos a sus mejillas... Daba miedo mirarle, no por lo atractivo, sino por el escalofrío que te helaba las vertebras cuando su sonrisa tan siniestra miraba hacia donde estabas tú. Kat ya se había acostumbrado, y la rubia de tirabuzones desmarañados sabia que ese, ese tío, era un genio de las triquiñuelas callejeras, era un monstruo sin principios ni planes. Un problema de urticaries para alguien sin muelas. Un problema de caspa para alguien con calvicie. 
-¿Es que no te acuerdas de mi? Creía que tú tenías una buena memoria-sonríe agachándose y poniéndose de cuclillas frente a ella-Veo que te has buscado otro entretenimiento-dice con malicia.
-Si, un triste polvo de vez en cuando no le hace daño a nadie.
-Uuu... Veo que no has cambiado.
-Veo que sigues pensando lo mismo, ¿qué te hace pensar que cambiaré?
-Qué solo te tiras al mismo tío.
-Ya veo por donde vas, pero no voy a echar uno contigo.
-Yo no voy mendigando, preciosa, y esos ojos azules lo saben.
Kat se levanta con aire jactancioso cual bestia parda, lo mira de arriba a abajo.
-Por esa chaqueta de vagabundo y esas botas llenas de mierda no lo parece-le da la espalda.
-Por lo menos no voy embutido en perfume y un vestido azul cielo y ¿qué me dices de esas bailarinas? Has cambiado, solo digo eso.
-Para que te enteres no he cambiado, sigo siendo la misma, eres tú el que ha cambiado. Admitelo, te largas sin decir nada...
-¿Y qué querías que te avisara? Me dejaste muy claro que no había nada entre los dos.
-Si, y sigue sin haberlo, pero pensé que estarías ahí cuando llegarán, pensé que me ayudarías. Sabes, déjalo, parece ser que las normas de la calle son demasiado para esa cabeza tan "lúcida"-dice con sarcasmo.
-Pon escusas, pon las que quieras, pero ambos sabemos que esto no es más que otra historia de amor.
-Quieres saber  por qué narices levo esta mierda puesta... Bien te diré porque. Cuando tu te fuiste aparecieron en busca de lo que tu ya sabes, tuve que huir con lo puesto, entre a un bar cutre donde suelen ir los fracasados y di de lleno. Tuve que sacarme las castañas del fuego como pude, ¿y aún vienes tú a reprochármelo? Tengo pequeños trabajillos que a veces me sacan del apuro pero no dan para más que la comida diaria. Ese tío, ese que esta ahí, ha hecho más por mi este último año que tú en todos los que nos conocemos. Y ese tío sabe lo que hay. Él me hace favores y yo a él. Así es la vida, monada.
-¿Entonces vas de puta?
-Dejalo, tengo que ir a darle las llaves.
-Y de chacha-aplaude con risa malévola-Jamás creí que vería esto.
Kat se acerca, lo coge del cuello de la camisa, le encara.
-Sólo te voy a decir una cosa, y que te quede bien claro, chulito de alcantarilla, vuelve a pisotearme y te aseguro que me pondré tacones solo para estallarte los ojos y hacerte unas cuencas más profundas. Recuerda que me sé tus trucos.
-En un año me ha dado tiempo de renovarlos, mi amor, y puede que quedes anticuada. Yo te cree, no olvides que puedo destruirte.
-No eres más que un payaso que ha venido para joder.
-No precisamente, quiero algo de ti, y no es tu cuerpo al desnudo lo que quiero, precisamente.
-¿Y qué quieres?
-Deja que llegue el momento, disfruta del polvo.-sonríe, le quita las manos de su chaqueta a lo Sherlock Holmes(llena de agujeros y parches), para echarse a correr detrás de un gesto y un guiño informal y descarado.
"¿Hueles el miedo? Eso es lo que atrae al depredador, lo que te convierte a ti en presa"

viernes, 18 de enero de 2013

Trastorno(Dedicado para Yoel por su aportaciónxd)

No se ven las estrellas esta noche.
 Por lo menos no para ese triste infeliz.
No apreciaba la vida lo suficiente... Bueno, supongo que hizo lo que hizo porque le resultaba divertido.
Esa vez estábamos los dos, y yo no hice nada. Supongo que trataba de ver el lado -positiibvbhgbfvfcssthgggfd(aportacion de Yoel)- positivo de este asunto tan nefasto.
O bien lo encontré, o simplemente yo también lo encontré divertido.
Supongo que era divertido jugar con las entrañas de alguien, verlo pedir clemencia y retorcerse. Supongo que era gracioso burlarse de las autoridades, y no saben cuanto. Supongo que entrar saludarles e ir al trabajo también lo era, valgame dios que si lo era.

Si, sonara como ustedes quieran: tétrico, asqueroso, sádico...
Pero yo no les he pedido que me escuchasen... Este es mi testimonio, mi historia, y la cuento como me plazca- hhthggfrfrfgtbthyjukiiiiiiiiujhgfeedwsswqsqa=%&%&4*&--6=%*-*:5*&&3%=3€>€€>222%€&4-+7(7;*-;5:5:&:%cfrfdedd(aportación profunda de Yoel)- No me miren así, esto es lo que hay; sino lo quieren saber, levanten sus pomposos y gordos culos de ahí y marchense, olvidenlo; pero les recuerdo que no por eso dejara de se real, ni mucho menos.

Capítulo 1
-¡No mientas! Sé que has sido tú.
-No te he cogido nada; registrame-dice alzando las manos al aire.
-¿Cómo narices has entrado?Largate o llamo a la policía.
-Hazlo, a ver a quien creen más-dice con regodeo enseñando una placa.
-¿Que haces aquí, quién eres?
-Me llamo Lance; estoy de ocupa una vez más-sonríe.
-No me hace ni una pizca de gracia-lo miro con odio de arriba a abajo.
-No me mires así, uno tiene necesidades.
-¡Te has comido mi almuerzo!¿Cómo quieres que te mire si ni si quiera te conozco y estas postrado en mi sofá.
-Voy a ser tú compañero de piso ¿y así me lo pagas?
-Que yo sepa no buscaba compañero de piso, y mucho menos que me quitara el almuerzo.
-Eso es lo que tú quieres creer-dice sin borrar su estúpida sonrisa de su cara.
-¿Sabes qué? Mirándolo por otro lado no tengo hambre, pero hazme el favor de largarte de aquí.
-¿Por qué? Ni que te fuera a violar.
-Y eso que más dará ahora. ¡Quiero que te largues de mi casa!
-Es decir... que te da igual que halla venido a violarte.
-¡FUERA DE MI CASA!
-Jesús, cuando oí por primera vez "Mi chico es posesivo" no sabía que la zorra de mi hermana se refería a ti.
-¿Que narices estas diciendo?
-No te preocupes hombre que sé que no eres tú el que se tira a la guarra de mi hermana.
-Que te quiero fuera.
-Y yo dentro-dice con parsimonia.
-Se me acaba la paciencia.
-Y a mi las maneras.
-Dejalo, paso de ti, pero no me hago responsable si mañana no despiertas-dijo dirigiendome al baño.
-Si, ya, lo que tú digas... Por cierto se me olvido tirar de la cadena...Si haces el favor... Ah, y deja agua caliente que el menda aún no se ha duchado.
-Como te odio y no sabes cuanto.
-Que mal genio tienes y que poco amigable eres.
"Respira, respira... Suspira"
-1,2,3,4,5...10
-Bien, sabes llegar al diez-aplaude con sarcasmo y regodeo-¡Qué listo!
Entro en el baño y cierro la puerta de golpe.
"Niñato, niñato... Soy un estúpido agilipoyado... ¿cómo narices...?"-pienso con rabia"Oh, dios santo, pensé que había sido una broma. ¡Qué asco!"
Tiro de la cadena y me baño con mal humor.
-¡¿Qué demonios haces aquí?!-no lo había oido entrar.
-Me estaba meando, joder, y no salias del baño. Cuando hay ganas hay ganas-dice sacudiendosela.
-Me quiero morir-digo por lo bajo.
-Vives en un maravilloso séptimo piso. ¿Cuál es el problema?
-TÚ ERES EL PROBLEMA.
-Mira quien vino a hablar de problemas-dice mirandome maliciosamente.
-¿Sabes qué te digo...?
-Qué una pera no es un higo-dice interrumpiendome.
Suspiro, tomo aire y sin perder los estribos sigo la frase.
-Que apartir de ahora te voy a ignorar.

domingo, 13 de enero de 2013

Presos en la soledad de las palabras

No tienes nada que hacer con tu vida, y lo sabes. Tus preciadas palabras no te salvaran esta vez, Sara.
Hace tres o cuatro años, lo  hubiese dado todo por ti, pero ya me demostraste que un monstruo sigue siendo un monstruo por mucho que quiera cambiar.
Deja de perseguir el perdón que ya no te queda. Ahora corre, huye, porque esta va ha ser la última vez que te diga que quiero tu cabeza y la de tu calaya en mi pared.

Después de tanta historia caí en un anacronismo mental, valgame Dios, Sara, cuanto creí en ello, pero a veces las cosas que crees no son las correctas, ¿sabes?
He aprendido que no siempre se tiene razón, Sara, pero tú... Oh, tú, crees siempre tenerla, no sabes cuan equivocada estas.
Hablando alto, claro y despacio ¿quién eres? ¿qué eres?
Yo me defiendo de todo lo putrefacto que viene a pisar mis tierras, estoy hecho así ¿qué se le va ha hacer?
Literalmete, mato por esta, por mi única opción de búsqueda a la libertad. Te lo dije una vez y no lo diré más.
Fallaste, buena suerte con tu ego, pero no vuelvas a poner un pie en este laberinto de hojas, corazón de acanto, porque la próxima vez no saldrás con vida de él.
Sé que lo prohibido te causa morbo, pero espero que esta vez puedas controlarlo.

-Slider ¿qué haces ahí?
-Nada...-miro las olas desenfrenadas destruirse mutuamente; ¿sabes?  A veces me siento  así.
-Amigo mío, eso quiere decir que tienes un gran problema, cuentame tus penas... Quizás te haga sentir mejor.-se sienta a mi lado con una mano posada en mi hombro.
Leaves siempre ha sido un gran amigo, pero hay cosas que ni los mejores amigos deberían saber.
-¿Nunca has pensado en marcharte de aquí, de saber como es fuera de toda esta basura... Cómo se siente?-digo cabizbajo.
-No, ¿sabes por qué?
-Ya, si, lo sé.
-Pues eso mismo deberías hacer tú, olvidate de todas esas chorradas y a trabajar.-me da una palmadita en el hombro y se levanta con una sonrisa de oreja a oreja.-Aún así, cuando quieras contarme que es lo que te pasa realmente estaré aquí, allí... Ya sabes, en todos lados-sonríe-así que no me digas que no estoy a mano.
Sonrío.
-¿Eso es una sonrisa? Parece que te este apuntando el ojo con la rama seca de un árbol-cruza los brazos. Me tiende una mano.
-Que se le va a hacer si mi cara es así-digo levantandome con su ayuda.
-Sonríe un poco, pero de verdad o Briny te coserá una sonrisa salada. Creo que le gustas-me dice al oído.
-Te he oído charlatán.-aparece Briny con su larga melena azul, ese azul que camufla en cualquier ola, en cualquier profundidad.
-Si es que aparte de salada tienes un oído muy fino-dice Leaves con una sonrisa austera.
-Arg,dejalo. A lo que iba saben dónde narices esta mi hermano.
Ambos negamos con la cabeza.
-Maldita sea-gruñe.
-¿Qué ha hecho esta vez?-pregunto.
-Será que no ha hecho. He tenido que arreglar su parte, y Dios santo, ¿sabes cuánto trabajo es en esta temporada de salmón? Odio a esos peces los odio.
-De Fresh podría esperarme cualquier cosa Briny, pero esto no-digo intentando calmarla.
-Lo sé, lo sé, pero no quiero pensar que le ha pasado algo.
-Siento ser aguafiestas chicos, pero no creo que Fresh lo halla hecho a posta, deberíamos ir a ver que pasa.-dice Leaves.
-Vamos a mirar al lago-dice Briny-Si no esta ahí, empecemos a preocuparnos.

jueves, 3 de enero de 2013

¿Medias naranjas?

¿Crees en las medias naranjas?
Bien, yo tampoco.
¿Acaso las fábulas son reales? ¿Puedes encontrar algo que no existe?
No, eso son solo cosas de cuentos a medias, ensoñaciones imperfectas de una mentira bucólica.
Quita te esa idea de la cabeza, Eugine.
Nada en lo que crees es real; pero te admiro, admiro la valentía que tienes para poner tu mano al fuego por alguien, de verdad; eso se llama fe y lo demás son tonterías. Tanta confianza tienes en el ser humano que se te olvido que este es rencoroso, vengativo, malévolo, retorcido,cruel, implacable, feroz... Salvaje.
Mi madre me dijo una vez: "El que te llora es porque algo quiere". No sabes hasta que punto, ese viejo dicho, tiene razón.
Y aunque sigas queriendo dar la vida por algo, que no sé si me da arcadas o me repugna, seguirás siendo Eugine. No lo serías de no ser por ello ¿no?
Y... aquí me tienes, sonrisas tiernas, esperando a darte el escopetazo de salida. No te voy a dar ni el empujón, aunque sé que tú esperas a que te acompañe en tu recorrido por los sueños de plástico asfixiante, no lo haré; guarda esto en tu memoria, triste cocodrilo. Guardalo bien.


                                                                                                                    Renata Journet