Bien, yo tampoco.
¿Acaso las fábulas son reales? ¿Puedes encontrar algo que no existe?
No, eso son solo cosas de cuentos a medias, ensoñaciones imperfectas de una mentira bucólica.
Quita te esa idea de la cabeza, Eugine.
Nada en lo que crees es real; pero te admiro, admiro la valentía que tienes para poner tu mano al fuego por alguien, de verdad; eso se llama fe y lo demás son tonterías. Tanta confianza tienes en el ser humano que se te olvido que este es rencoroso, vengativo, malévolo, retorcido,cruel, implacable, feroz... Salvaje.
Mi madre me dijo una vez: "El que te llora es porque algo quiere". No sabes hasta que punto, ese viejo dicho, tiene razón.
Y aunque sigas queriendo dar la vida por algo, que no sé si me da arcadas o me repugna, seguirás siendo Eugine. No lo serías de no ser por ello ¿no?
Y... aquí me tienes, sonrisas tiernas, esperando a darte el escopetazo de salida. No te voy a dar ni el empujón, aunque sé que tú esperas a que te acompañe en tu recorrido por los sueños de plástico asfixiante, no lo haré; guarda esto en tu memoria, triste cocodrilo. Guardalo bien.
Renata Journet
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