domingo, 28 de octubre de 2012

El desastre de vivir con un desastre

Cuentas las horas desde el reloj de tu muñeca, los segundos pasan tan deprisa... Sin embargo el tiempo pasa tan lento cuando quieres olvidar lo que no quieres recordar.
-Max, Max... ¿Sabes donde metí el móvil? No lo encuentro.
-Tú sabrás donde lo dejaste.-digo con indiferencia mientras hago zaping.
-Tío ayuda me; he quedado con Vane.
-Vete sin móvil.
-Que tengo que llamarla para que baje, ademas tengo que decirle que voy a llegar tarde o me matará.
-Pues ya puedes empezar a aprender teletransporte.
-Mira ver si esta en el sofá, haz me ese favor aunque sea.
Levanto los cojines miro debajo del sillón...
-Nop-vuelvo a sentarme ha hacer zaping-¿Has mirado en la nevera?
-¿Cómo va a estar en la nevera?
Lo miro con el sarcasmo dibujado en el rostro y una ceja enarcada.
-¿Tanto te sorprendería? La última vez estaba en la papelera del baño.
Abre la nevera y empieza a remover lo poco que tenemos buscando su teléfono.
-No, no esta.
-Pues ya lo he dado todo, no me pidas más.-me recuesto en el sillón-Valla desastre que eres.
-Anda ayudame.
-Busca te la vida, yo estoy haciendo zaping.-me levanto y me encojo de hombros, suelto el mando-tengo una idea.
Cojo los pantalones que se puso ayer, que están tendidos secándose al sol.
-¿Es este?-saco un móvil, hecho un cristo.
-Ahí va...Mierda, se ha roto.
-¿Y qué esperabas?¿qué estuviera más limpio?
-No te burles-dice en tono infantil.
-Si es que no pierdes la cabeza porque la tienes pegada a los hombros.-le doy un golpecito en la cabeza con mi dedo índice izquierdo y mi otra mano en el bolsillo de mi pantalón de pijama.
-Au-se restriega la frente, me mira con una sonrisilla ya conocida.
-No.
-Pero por qué no...-dice en tono infantil-Presta me el móvil.
-Yo trabajo y tengo vida social.
-Bueno por un día...
-¿Y si me llaman los del trabajo?
-Pues te llamo a casa de la señora Harried.
-¿Y si no esta?
-Siempre esta.
-¿Y si esta durmiendo?
-Que se despierte, robarle unos minutos de sueño no hace daño a nadie.
-¿No te rindes, verdad?
-¿Qué quieres decir con eso?-dice con una sonrisita.
-Toma-lo cojo de mi otro bolsillo del pijama-Cuidado con él, sino me quedaré sin reproductor de música.-le digo muy serio.
-Es decir, lo que más te preocupa es que no puedas escuchar música.
-Sip-me siento de nuevo en el sofá-Ta' luego.-digo con un ademán de mano.
-Pues...
-Oye ¿me puedes hacer un favor antes de irte?
-¿Cuál?
-¿Me alcanzas el mando?
Puedo sentir su mirada de odio clavada en mi nuca.
-Tío eres un bago, lo tienes en el mueble al lado del televisor.
-Ya pero es que me acabo de sentar y no alcanzo. Muy lejos.
-Así te va-dice tirandomelo al ragazo.
-Hasta luego Cenicienta-digo con sarcasmo.
-Hasta luego Bella Durmiente-dice cerrando la puerta de un portazo.
Que poco le gustaba a Travis La Cenicienta, en palabras textuales: “Es una estúpida imbécil que se hace la mártir sin mover un dedo para solucionar los problemas. Tiene menos personalidad que una piedra. ¿Que demonios se fumaba esa tía? Los ratones le hablaban y tenía un hada madrina que cumplían sus deseos, pero qué narices. Los problemas que los solucione ella y no unos monigotes producto de lo que se chuta”
En fin, ya se lo pueden imaginar cuando salio Cenicienta2... Lissie-su hermana- lo invito a que la fueran a ver juntos...Bueno más bien lo engaño, “se equivoco de nombre de película”. Aún me estoy riendo del humor de perros en el que se puso; y es que La Cenicienta es la película favorita de Liss.

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