sábado, 7 de abril de 2012

Después del salto al vacio (Donny Piket)

Hoy se me apetece acostarme en el sofá con una botella de coñac y un vaso donde meter mis lágrimas, no sé por qué, por qué te empeñaste en volar sin alas. No dije todo lo que me gustaría, y por una vez que con lo poco que tenía me bastaba, me bastaba con sentir el éxtasis y el frenesí que tus labios provocaban sobre los mios y las dulces caricias de tus suaves yemas sobre mi piel hasiéndome sentir en una cama hecha de nubes. Pero seamos sinceros sólo tengo el sofá, la botella de alcohol nunca fue lo mio aun que dicen que es un buen remedio para olvidar, quizás mañana olvide que existo por un rato en el bar de las esquina.
 Donny sonríe cálidamente, con una sonrisa rota y lágrimas acusadoras que amenazaban con caer mejilla abajo y pedrear su ropa, y recordarle que no era un sueño.
-A qué soy mejor que el chocolate valor-ríe apagado- Claro que lo fuiste, fuiste el mejor chocolate que he probado nunca. Fuiste el mejor chocolate.
Joder Eider, qué coño pasó con la niña que conocía, que paso con el amor a las vida y sus notas musicales. Podrías haberte pensado que tu mierda también me iba a salpicar a mi. No lo entiendo, no lo entiendo, no entiendo como saltaste, por fin habíamos alcanzado la cima, y sólo nos duró tres días mal  contados, eras el azúcar de mi café de las mañanas,ahora odio el café porque no para de saberme amargo.

No hay comentarios: