viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo 1

-No hay nada que hacer.
-¿Otra vez?
-Si, lo siento. Sé que no te gusta...-me planta un beso.
-Ya es más que suficiente con que respires.
-Paul... yo...-las lágrimas emergen de mis ojos como gotas de rocío sobre las ojas plastificadas de los árboles de decoración que tenemos en nuestro rellano sin toldo.-Es culpa mia y...
-Tranquilo-me abraza con ternura- no es culpa de nadie, ¿qué culpa tienes tú de ser así? o ¿qué culpa tengo yo de que quiera estar contigo?
-No me mientas-lo aparto- Tú estúpida amabilidad me hace sentirme más culpable.-digo algo enfadado- Deberías mandarme a la mierda y buscarte algo que te merezca la pena. Esto que ves aquí, esto que tienes delante, es todo mentira, no soy nada, no soy nadie, porque no soy yo.
Se ríe de manera encantadora.
-Paul esto es serio ¿qué es lo que te hace tanta gracia?
-No entiendo nada de nada de lo qeu me estas diciendo-se vuelve a reir.
-¿Y te ríes de eso?-lo miro con rabia.
-Bueno de eso y porque me recuerdas a Alicia en el pais de las maravillas, además  hay veces que tus caras son un poema.
-Qué te estoy hablando en serio.-le digo con enfado.
-Eso es lo gracioso.
-A mi no me hace gracia.
-Por eso siento cierto aprecio por ti.
-Vete a la mierda.
-Esas cosas hacen que quiera hacerte mío en este rellano bajo la lluvia.
-Y esas son las cosas por las que quiero que te acuerdes de coger las llaves.

jueves, 28 de junio de 2012

Pólogo (aún por mejorar)- "distinto"

Estoy en medio de toda esta verdad y lo único que hago es mentir como un descocido. Soy un desgraciado, esa es la verdad, un maldito desgraciado.
Cambio constantemente de lugar intentando poder cambiar de momento con la esperanza de que si despierto en un sitio distinto a una hora distinta seré una persona distinta. Si, distinto es la palabra. En cambio seguía siendo el mismo desgraciado que le mentía a la verdad en la cara. El mismo desgraciado de siempre.
Pero no puedes pretender ser lo que no eres, porque con el tiempo te cuesta muy caro.
Un día despiertas miras las estrellas, y desapareces. Tus pensamientos se funden en el vacío nocturno, pero sigues siendo el mismo.
Porque la felicidad sólo dura segundos ilusorios, es el paraíso, y el paraíso es inalcanzable para la eternidad, porque nada es perfecto.
Miras a tú lado y aunque sabes que Paul es el único que lo sabe, esta solamente para ti.

lunes, 25 de junio de 2012

Parte suelta- El paraíso hecho trizas

-Petter... Esto es una mentira.
-¿El qué?
-El paraíso es la mentira.
-Lo sé, pero es lo que es, para cambiarlo haría falta un mundo.
-No quiero cambiarlo. No por ahora.
-Por qué.
-Nadie más se ha dado cuenta, quiero que lo vean antes de quitarlo del mapa, quiero que sepan que esto es un error antes de que lo vuelvan a cometer. Abrirles los ojos, porque de errores se aprende, y porque sólo así encontraremos el paraíso.
-El paraíso sólo es la ilusión de paraíso, una vana esperanza que no se alcanza por mucho que se busque, porque nada es perfecto, y siempre se acaban cometiendo errores.
-Jaque mate.
-¿Ya te das por vencida? Poco tardaste.
-No. me refiero a que te he hecho mate en la partida, esta conversación queda e tablas por el momento, si quieres.-Nikie sonríe, Petter mira el tablero intentando refutar el mate, pero un mate es un mate, ha perdido.
-Bueno qué tal si dejamos el ajedrez aparcado un rato- dice apartándolo de la mesa, mientras se acerca y sus besos rosan el cuello de la joven hasta hacer diana en los labios. Ella lo aparta.
-Tenía entendido que si ganaba me tocaba a mi escoger el juego.
-Si, pero a los perdedores antes de ahorcarlos se les concede un último deseo-dice con picardía.
Las yemas de sus dedos recorren la espalda de la joven...
-Bueno, se le concede al reo su último deseo.
-Las normas son las normas, y yo no soy quién para incumplirlas-lo agarra de la corbata- y si esa es su última voluntad...-lo besa.
Acaban fundiéndose entre las sabanas del dormitorio que alguna vez fue de alguien, se mueven bajo los blancos pliegues que alguna vez sirvieron para algo más que el sexo de una trasnoche, hasta quedar cansados, abrazados y dormidos entre cuatro paredes algo desgastadas.
Era feliz e infeliz al mismo tiempo, para mi era el paraíso y el infierno. No quería vivir sin ella pero tenía que hacerlo.

viernes, 22 de junio de 2012

El bastón de Maslow

Ambos salen de aquel cuchitril sin pestillo.
-No me has presentado a tú novia.
-Señora Maslow no lo es, es la vecina ¿no sé acuerda?
-¿Qué vecina?
-La pesada del bajo C.
-¿Cómo que pesada? Ahora te quedas sin espiguetis que lo sepas.-le dices con enojo.
-Me enervas-dice Dexter.
-Chico no puedes estar aquí, esto sólo es para los propietarios.
-Señora Maslow soy yo Dexter, Dexter Gordon.
-¿Qué Dexter?
-Su nieto de puerta.-sonríe.
-A Dexter, lo siento cariño mio, esta vieja memoria ya no es lo que era.
-No se preocupe.¿Dónde esta Fran, hoy la veo muy sola?
-¿Qué Fran?
-Su marido.
-A cierto, cierto. Ha ido con Dorothy a la revisión.
-Y la han dejado sola...-niega con la cabeza-no me lo pude creer. ¿Quiere qué le haga compañía hasta que vengan?
-No, hijo, no te molestes.
-Sino es molestia, vete bajando tú, que ahora voy, bicho.-te dice mientras se acerca a la anciana-¿Señora Maslow por qué me ha pegado?
-Un caballero no le dice esas cosas a una dama. Acompaña la, divierte te un rato carajo. Que esta vieja ya lo hizo en su época.
Te ríes, qué otra cosa ibas ha hacer si no.
-Joder, yo no me río, que me ha dolido. Ay, y ahora que he hecho.
-Mal hablado, haber quién te enseña esas cosas jovencito.
-Esta bien, esta bien pero deje el bastón que es un arma masiva muy peligrosa.
-Que no me entere yo de que vas haciendo una de tus trastadas por ahí.
-Mamá, deja al pobre muchacho que estas todo el día dándole la vara-dice Dorothy que estaba llegando al rellano junto con Fran.
-Tú a mi no me digas lo que tengo que hacer porque también alcanzas ¿eh?-dice de broma.
-No te preocupes, esta vez ha sido culpa mía ¿qué tal Fran? Me estaban comentando que fuiste al médico.-dice ayudando lo a subir.
-Al médico, no hijo, no. Al veterinario por lo menos. Joder con el tal Ventura ese, si fuera por mi lo ahorcaba. Que entras con una cosa y sales con otras veinte. Putos carniceros de mierda, si mira como me han dejado, hecho un zorullo, así estoy.
-Si usted esta hecho un roble.
-Perdone mis modales señorita, buenas tardes-Fran hace una pequeña reverencia y se quita el sombrero.
-¿Modales? Los perdiste desde que pisaste el rellano mal hablado, que así me tienes al niño, desde luego que no sé que voy ha hacer con estos dos zarrapastrosos, un día de estos les lavo la boca con jabón de lagarto, par que se lo piensen dos veces antes de hablar.-dice amenazándolos con el bastón.
-Encantada-dices con una media luna en tus labios.
-De encantada ni que nada, dale un buen golpe para que se le caigan esas malas pulgas.-dice volviendo a colocar el bastón junto a su lado mientras tú sueltas otra sonrisa.
-Bueno tengo que llevar a papá a dormir un rato.
-Eso huyan cobardes.
-Si quisiera huir ya me hubiese mudado hace tiempo-le dice Dexter con una sonrisa.
-No lo haces porque no quieres dejar de tirarle los trastos a la jovencita.
-En realidad es porque no tengo un duro-dice guiñándole un ojo a la vieja, mientras esta suspira.
Te quedas esperando en el rellano, mientras Dexter y Dorothy llevan a Fran a su cuarto.
-Qué mal educado es este nieto postizo mio. Pasa si quieres niña, estas en tu casa.-dice mientras sigue meciendo se en su mecedora.
-No sino hace falta señora-sonríes-no creo que valla a tardar mucho.
-Eres muy educada, a ver si a ese chorizo se le pega algo.
Sonríes, mientras piensas que la vida está llena de sorpresas.
-Bueno,señora Maslow es hora de entrar, que Dorothy le ha traído unos ejercicios muy entretenidos.
-Me vais a volver loca con tanta porquería. No me dejan tranquila ni un segundo-dice la vieja mientras coje el bastón y entra en su modesta casa.
-Dorothy... Puedo hablar un segundo contigo.
-Si por supuesta, pasa y hablamos.
-No, que luego me oye la señora y me da con el bastón.-dice con tono infantil mientras posa una mano sobre su cabeza.
-A ver dime.
-Que sea la última vez que la dejas sola, me da igual sino me quieres llamar a mi para que me quede con ella, pero no quiero que se quede sola ¿me entiendes?-dice en un tono algo enojado.
-Lo sé, lo sé pero tu ya tienes bastante y yo no tengo dinero.
-Sé que no es de mi incumbencia pero Lance ya podría aplicarse un poquito también, te juro que como esto siga así me encuentra en la puerta de su casa, el muy canalla.
-Tranquilo, tomate lo con calma.-sonríe algo triste.
-Como si tengo que llevármela al trabajo ¿me oyes? Como si tengo que quedarme en su casa para que no este sola.
-Esta bien, esta bien la próxima vez te aviso.
-Bueno me tengo que ir con la muerta de hambre esta de aquí-te señala- si tienes algún problema me llamas-Dorothy asiente se despide y entra en la casa. Tú le propinas un toyo.-Ay cacho bestia.
-Te lo tienes merecido por imbécil.
-Si, si ya.
Comienzan a bajar las escaleras.
-¿Qué hora es?
-Las cuatro menos cuarto ¿por?-dices abriendo el pestillo.
-Porque va ha ser que-se pone de rodillas-te suplico que me lleves al trabajo en tu coche.
-Alto ahí Romeo, primero te levantas porque me pareces más idiota de lo que ya eres y segundo hay algo llamado gua-gua y otra cosa llamada taxi.
-No seas bicho, anda llevame popopopoporfaaaa-dice sin levantarse del suelo.
-Anda levanta te.
-¿Me llevas?-pone cara de cordero degollado.
 -Si, si si lo que tú digas pero haz me el favor y levantate.
-Después de todo me ama y no puede vivir sin mi-dice poniéndose en pie con tono picajoso.
-Te la estas jugando.-dices en tono de advertencia mientras entras en casa.
-Ya me callo ya...



Carta escondida (*)

Me muero por dentro y no, no quiero tus besos.Ya no puedo robar más vidas, porque ya ni el infierno me quiere. A ojos tuyos soy un ángel, pero he clavado más estacas que palabras.
Es que nadie sabe escuchar.
Nadie me sabe escuchar.
Nadie me deja hablar.
Porque los presos no hablan. Eso es, somos presos, monos de feria. Nos tratan como bobos y  tienen razón. Bobos, porque la libertad nos la pela.
¿Qué esperabas?
No tengo besos de despedida para nadie.
No estoy de humor para escuchar falsos retoques.
Puedo oler las mentiras desde aquí.
No quiero convertirme en uno de ellos, no quiero meterme todas las sustancias de la felicidad por cada poro de mi piel. No quiero darle la espalda al mundo. Porqué ni esto es mundo ni yo tengo el coraje para dar media vuelta. Por el amor de Dios, no, no tengo paciencia para esperar por una estúpida mentira que me pueda creer para poder dejar mi libertad y lo poco que me queda de dignidad de lado. No puedo quedarme de brazos cruzados manteniendo una vana esperanza por esta humanidad famélica.

Y Noa, entiendo, de verás que lo entiendo, pero no puedo quedarme de brazos cruzados mientras ponen barrotes y esposas en todas partes. Ambos sabemos que perseguimos lo mismo con métodos distintos, yo doy voces, armo escandalo; tú te escondes y hablas para el silencio.
Y sinceramente, ojalá no fuera así, pero no te voy a obligar a hacer algo que no quieres. Porque aunque siempre fuiste la persona a la que mis labios se alegraban de rosar, aunque siempre fuiste la persona a la que más aprecio tuve-y seguirás siéndolo- no puedo abrirte puertas de las que luego no sabrás salir.

Sé que es casi imposible, pero mi último deseo sería volver a verte una última vez, antes de que mis fuerzas no den para más y las pistolas del juicio me apunten al pecho. ¿Me lo prometes?


                                                                                                      Petter Durthy

domingo, 17 de junio de 2012

La luna se ha roto.

Dormíamos en paraísos distintos, contemplábamos las estrellas en universos paralelos, y no eramos conscientes de nuestra situación hasta que nos encontramos en el espejo de la luna.
Lo que para mi era rojo para ti era azul. Lo que para mi era el día para ti era la noche oscura.
Nos miramos tras el plástico fino y asfixiante que recubría el espejo, lo levantamos al mismo tiempo y vimos por primera vez, exactamente lo mismo; un mundo completamente nuevo.
-La luna se ha roto.-no estaba rota, se había despertado y su energía fluía por las venas del cristal y el metal que formaban parte del espejo.
-Puedes hablar, ¿Qué eres?
-¿Cómo que qué soy? El bicho serás tú, en mi vida de guardián he visto tal cosa.-contesto el chico de cabellos azul eléctrico.
-Eres feo, feo con ganas-a la chica de ojos violeta le resultaba extraño ver pupilas en los ojos azul cristalinos del muchacho.
-Valla con el espejo, que chistoso-dice sarcástico.-Tú tampoco eres un bellezón que lo sepas.
-A quién llamas fea, mandril.
-A ti enana piojosa.
-Te vas a enterar.-coge una piedra y la lanza contra el espejo, la piedra transpasa el fino cristal nítido y le golpea la ceja derecha.
-AU. !Me has abierto la ceja¡
-Eso te enseñará a no meterte con un Elfo de la luna.
-¡POR EL AMOR DE CRAIG ESTOY SANGRANDO!-grita desesperado.
-Es lo que suele pasar cuando te tiran una piedra ¿en qué mundo vives?
El chico cae al suelo en redondo, mareado por el color de la sangre.
-Oye, ps ps-lo llama-deja de hacer el idiota.
Comprueba que la mano transpasa el cristal, "Perfecto", pero ya no podía sacarla.
-Mierda, joder he vuelto a meter la pata.-empieza a dar saltito- Bueno... y ahora que hago-piensa un poco, se le cambia la cara y sus labios enmarcan una sonrisa algo malvada-En fin, sino puedo salir tendré que entrar.


El buitre sin nombre.

Aporrea su guitarra, una y otra vez, su voz rota por el vicio barato de los red spirit, resuena en las cuatro esquinas de la calle, canta con fuerza, porque necesita reconocimiento, porque necesita saber que existe y que no es el sueño de alguien, necesita saber que su nombre es algo más que polvo insonoro arrastrado por el viento, y necesita dinero para poder comer algo esta tarde.
-¿Qué tocas?-le pregunta una niña pequeña.
-Notas sin nombre.-le dice con una sonrisa.
-¿Notas sin nombre?-se sienta a su lado, en un pequeño muro roído por el paso de los años y esperando otra capa de pintura hace siglos.
-Si.
-Y qué son.
-Pues no lo sé. Sólo son notas sin nombre, música para los oídos de alguien que quiera escucharlas.
-Pues son muy bonitas.
-Me alegro de que te gusten-sonríe ampliamente, no todos los días tiene un cumplido, que digo nunca en su vida ha recibido uno, en todo caso un "Vete de aquí buitre"o un "Deja de montar escandalo borracho". Nadie quería escucharlo, pero él estaba empeñado en existir de una forma o de otra para el mundo, quería llegar a todos los rincones, a todas las casas, quería ser más oído que Voldemort en los labios de Harry; aunque hablarán mal de él, aunque hablaran bien de él; lo importante era existir. Hacer ruido.
-Abbey ¿qué haces ahí?- le reprocha una muchacha joven-Se puede saber en que momento se te ocurrió la idea de escaparte sin avisar.
-Es qué su música es muy bonita.
-Bonita te voy a dar yo a ti, tira para casa antes de que te de un sopapo de los grandes.
-Pero...
-No hay peros que valgan.
-¿Mañana vendrás?-le pregunta la niña con tristeza antes de marcharse.
-Si.-sonríe.
-¿Quién es usted?
-Por el momento, nadie.

lunes, 11 de junio de 2012

Retrato

Aquí les dejo un autorretrato. Espero que les guste. Intentaré mejorar la nariz y volver a colgarlo con algunos retoques. Si quieren comentar algo invitados quedan xd^^

sábado, 9 de junio de 2012

Copito de nieve (parte suelta)

El director levanta la vista del papeleo, con suspiro y miedo a preguntar...
-¿Qué has hecho esta vez?
-Bueno si quieres que te lo resuma... Me he marchado de la clase llamando incompetente a la señorita, que ya no tiene na da de señorita, Wahalls.
-No sé cuántas veces más tendré que decirte que te comportes, te tengo mucho aprecio porque eres un tío inteligente, muy autónomo para su edad pero te estas pasando de la ralla. No sé que es lo que te ronda por esa cabeza tuya.-se agarra el entrecejo- No entregas los deberes, te ausentas de la mayoría de las clases y a las pocas que asistes los profesores te acaban expulsado, dime que es lo que tengo que hacer para que dejes de cometer tantas sandeces, por qué no me queda ni una sola idea de que hacer contigo.
-Te queda la expulsión.
-No amigo, eso si que no, si hubieses sido otro hace tiempo que te hubiese mandado a freír espárragos, pero tratándose de ti prefiero mandarte ha hacer cosas más útiles. Sé que buscas la expulsión, no sé por qué, pero mientras yo tenga los pies sobre la tierra no pienso darte esa satisfacción.
-Oh, eso a dañado mi pequeño corazoncito.
-Quiero que hagas todos los deberes que no has hecho en todo este primer semestre que llevamos, no sólo eso, ayudarás a cualquiera que necesite ayuda en cuando estés fuera de tu aula correspondiente;cuando lo estés te quiero en mi despacho así tendrás trabajo, así las horas en las que te escabulles haces algo provechoso, a ver si así se te quitan las ganas de saltarte las clases. Y al finalizar la jornada escolar quiero un informe de todo lo que has hecho y estudiado, si es que has estudiado algo, en las horas en las que estas en este centro.
-Oh, vamos Arthur, cualquier cosa menos eso. Prometo que esta vez me portaré mejor, le juro que me aplicaré más pero no me haga trabajar.
-Esta decidido, si te lo paso esta vez pensarás que puedes librarte cuando quieras, y eso no es así así que andando que gerundio, vete a clase  y presta atención.
Allen se levanta de mal humor.
-Lo único que quería era una entupida expulsión de una semana ¿o es qué es demasiado pedirle eso al mundo?¿O acaso tengo que incendiar la escuela para que me expulsen de este antro aburrido?
-Pues precisamente porque la quieres no la vas a tener.
Suspira, se encoge de hombros se da la vuelta y camina hacia la salida.
-Nos vemos pronto.
-Esperemos que no.
Cierra la puerta tras de sí. Al poco la vuelva ha abrir.
-Arthur...
-Pero si no te ha dado tiempo de hacer nada.
-No, no es eso... Verás antes de que se me olvide... He encerrado al delegado de clase en mi taquilla por ser un hipócrita sabelo todo. Ala, hasta otra.-Cierra la puerta.
-¡ALLEN COPTON!

viernes, 8 de junio de 2012

Parte suelta (el paraíso hecho trizas)

Queríamos olvidar su nombre, queríamos volver al paraíso, pero llegamos tarde al timbre de la puerta. Escapábamos de nuestro pasado, porque nos parecía una perdida de tiempo el enfrentarse al problema, era mucho mas entretenido decir que era absurdo. Rodábamos en un falso paraíso, en un estúpido y asqueroso paraíso de mentira. Ambos lo sabíamos, y mirame ahora, fumando como un poseso, bebiendo de vez en cuando y queriendome marchar de este paraíso imaginario.
No tengo nada que echarte en cara, yo también hice lo mismo, pero no crees que ha llegado el momento de enfrentarse, de luchar por lo perdido y por lo que ganaremos. Quizás volvamos a encontrarnos, quizás no llegue a la esquina, quizás encuentras mi nombre en las listas de cadáveres...
No lo sé, pero me marcho a rodar un uno sobre el paraíso.

                                                                                               Noel

jueves, 7 de junio de 2012

¿Quién te lo enseñó?

Tienes lágrimas para darle al mundo porque nadie te enseño a sufrir en público, sufres en silencio mientras tú y lo que queda de mundo se compadecen de las penas y el dolor de seguir vivo, como en las tragedias griegas.

martes, 5 de junio de 2012

Con invitación a la vergüenza

Te acuestas en la cama después de una ducha, con una sonrisa en tus labios. Eran las siete de la mañana y tus ojos aún seguían en vela; no quieren dormir pero tú quieres soñar. Cuando consigues cerrarlos sueñas que todo va a ir bien pero una mano te saca de ese frasco de iluciones y te golpea, te ata a la silla y te mata lentamente, y cuando se quita la máscara es tu rostro el que te mira y dice: El conejito de la suerte se ha cansado de hacer reverencias con su cara de vergüenza.
Despiertas en el sudor frío de una pesadilla sin sentido, buscando el oxígeno que en el sueño te habías robado y el punzón con el que te has acuchillado. Te tiras en las sabanas y miras el techo de tu habitación, lleno de dibujos, sonríes. Miras el relog, son las tres de la tarde de un martes poco soleado, tú único día libre en la semana sin contar los domingos.
"¿Dexter estará despierto? Debería invitarlo a comer, después de todo debería haberle llevado el paraguas"
Haces unos espaguetis, tú especialidad, lo único que te ha mantenido con vida estos últimos años.
DING-DONG
-¿QUIÉN ES?-grita Dexter desde su cama, aún cansado.
-EL CARNICERO, QUE VIENE A POR CARNE DE CERDO FRESCA.
-LA PUERTA ESTA ABIERTA.
Y misteriosamente la puerta estaba abierta. Te diriges a su habitación, te sientas en su cama.
-Y así el lobo se comió a la abuelita.
No se ha movido ni un palmo de su almohada.
-Bueno, la abuelita no tenía problemas con la pestillera.-dice entre ensoñaciones.
-Venía para ver si querías comer conmigo.
-Déjame dormir un rato más.
-Pues comeré sin ti y te la dejaré en un taper dentro de la nevera.
-No seas así, que estoy cansado.
-Y yo hambrienta.
Vira la cara, te mira con sus ojos turquesa.
-Anoche te eche de menos, el bar no es lo mismo sin un paraguas en en el paragüero.
-Interesado.
-Lo sé.-sonríe.
-Bueno-te levantas-Arriba vago-le quitas las mantas.
Miras para otro lado y Dex se pone rojo como un tomate.
-ESO SE AVISA-le gritas.
-Y yo que sabía que ibas a venir y que me ibas a quitar las mantas.-dice cogiendo la almohada para taparse.
-Yo no soy la que duerme en bolas con la puerta abierta.
-Se ha roto el pestillo, además, esta es mi casa y si quisiera podría dormir colgado del techo en bolas.-coge la ropa del trabajo y se la pone.
-¿Ya?
-Si
Aún va por la camisa blanca de botones.
-Como odio los botones.
-¿Te has puesto la ropa del trabajo?
-Si, hoy tengo doble.-pasa al chalequito, se sienta en la cama y se pone los zapatos.-¿dónde habré dejado la corbata?- se rasca la cabeza.
-Otra vez.
-Si, van a acabar conmigo.-la encuentra e intenta colocársela, la mira con rabia- A la mierda-se la guarda en el bolsillo izquierdo de su pantalón.
-¿Te ayudo?
-Qué raro, tú ayudando a alguien.
-Lo dices cómo si fuera una mala pécora.
-Bueno yo no he dicho que lo seas.-dice mirándote con encanto. Saca la corbata y te la da- Pero no voy a rechazar la amabilidad de una señorita.
Se pone de pie y levanta el cuello de la camisa; y tú le haces la corbata con cuidado.
-Si te besará ahora...
-Te ahorcaría con la corbata.
-Eres un bicho.
-Y tú un pervertido.
-Mira quién vino ha hablar, yo no soy el que se dedica a ver tios en bolas.
Te pones roja y contestas:
 -Por error de calculo.-terminas la corbata.
-Ya, ya... ¿ No sería que querías verme en pelotas?
-Por el amor de dios no te lo tengas tan creído Mrs Been. Hay peces mucho más buenos en el mar.

lunes, 4 de junio de 2012

El insomnio y la persistencia

Te sientes sola, tú y tu habitación llena de humo. El cuchitril más cutre que podías permitirte, siendo el más pordiosero dentro de los pordioseros, Ey no olvides su encanto muñeca, no olvides su encanto-Te repetías con una sonrisa en los labios. Miras por la ventana empañada por el vaho de la fría noche de tormenta y te ríes, porque sabes que Dexter llegará mojado esta luna a su apartamento porque te has negado ha llevarle un paraguas al camarero que trabaja 48horas al día. Mejor eso que 48 por vida-le decías siempre. Escribes su nombre en la ventana, tienes ensoñaciones con su nombre, pero te niegas a creer que eso sea algo con importancia, te limitas a pensar que es un trastorno psicótico de tu estúpida cabeza llena de aire. Apagas el cigarrillo en el marco de la ventana, miras a tú alrededor que no es mucho, pero te conformas repitiéndote Ey no olvides su encanto muñeca, no olvides su encanto. Miras el lienzo que sigue blanco desde esta mañana, te repatea. Me gasto el dinero en lienzos que no se dibujar. Miras con resignación los pinceles, coges las mezclas y te dedicas a pintar las cuatro paredes de la casa con una orgía de colores, montados unos sobre otros con trazos de paisajes nocturnos sobre ellos, te envuelves las manos de pintura y dejas tus manos cuadriculadas por las paredes, como si fuerán estrellas. Cambias las sabanas por unas todavía más oscuras, que hiciste con un par de colorantes y mucho tiempo libre. Miras tú casa pintada de arriba a abajo, estás satisfecha, coges tú cámara y sacas la foto en la que sólo resaltaba un lienzo en blanco que te sacaba de quicio. Hay que dominar el lienzo antes de empezarlo y matarlo antes de terminarlo.
Te ha llevado horas dejar hecho un Picaso las paredes, con dibujos oscuros  que nada tenían que ver entre sí, pero la foto la pegas en el lienzo y te dices: Ya puedo dormir tranquila.
Sientes las pisadas a las tantas de la mañana, sonríes porque sabes que se ha vuelto a quedar sin moto y a tenido que venir caminando. Sales al rellano a esperarlo, para reírte un poco de su vuelta al estrepitoso episodio del fracaso que se repetía de vez en cuando.
-Alguien llega tarde hoy.
-Alguien parece haber tenido una guerra con la pintura.-dice en tono de venganza.
-Tranquilo eso esta fini-quitado.
-Oh, que amable Pulgarcita me ha estado esperando.-dice con regodeo y picardía.
-No te lo tengas tan creído Gastón, no podía dormir.-miras de reojo el lienzo con rabia.
-Me rindo; me voy a ducharme que tengo frío.
-Oye...
-¿Quieres ducharte conmigo?
-Adiós Dex.-cierras la puerta. 

El paraíso hecho trizas

Con una amplía sonrisa le ofrecía su ayuda, la chica de cabellos dorados lo mira con sus ojos verde clorofila y asiente.
-¡ABUELA! ¡ABUELA!-llora el chico de ojos azul claro, encapotados por la melancolía y un tétrico odio al mundo.
-Ahora vengo-sonríe cálidamente el muchacho de ojos grises. La apoya sobre la pared más cercana y se acerca a la anciana. El rojo grana empapa el suelo con el ardor del miedo y el olor a muerte pegado en sus fauces. Se temía lo peor y sabía que quizás no se equivocara. A pesar de ello aleja ese pensamiento infernal de su mente, y comprueba el estado del pulso.
Nunca se le dio demasiado bien dar el pésame, nunca se le dio demasiado bien que decir en momentos como esos.
Traga saliva; su estúpida sonrisa infantil desaparece de su rostro. Sus ojos grises se pierden en los apagados de la anciana ya muerta. Con un simple y cariñoso movimiento le cerro los ojos, sintió lastima y pena, miro al chaval, aún llorando que se acurrucaba en el cadáver de su abuela, manchandose del rojo de la vida; y supo que no lo sentía tanto como él.
-¿Qué te parece si le damos un entierro digno?-dice posando una de sus manos en su hombro.
-NO ESTA MUERTA...-solloza.
-¿Qué quieres que haga?
-Un médico,llama a un médico.-sigue sollozando.
-Ellos sólo están para curar a las personas,no para revivirlas. No la conocía, pero de seguro que se merece un buen entierro, con su gran ramo de flores ¿qué te parece?
-!TÚ NO LO ENTIENDES¡ ESTOY SOLO.
-Se que es duro, se que las cosas nunca salen como esperamos, sé que esto es una da las peores cosas que le puede pasar a un niño, lo sé. No soy quién para decirte que lo olvides, ni un lo siento, porque no lo siento tanto como tú lo haces en estos momentos. No puedo pedirte que dejes de llorar, cada uno lo siente a su manera. Pero lo que si puedo hacer es echarte una mano, y sino me dejas se me hace difícil ayudarte.-hace una pausa, lo mira con pena- Otra cosa más, las puertas de mi casa las tienes abiertas.-se levanta y le tiende una mano. El chico de ojos llorosos la agarra con fuerza, se levanta y le da un abrazo.


sábado, 2 de junio de 2012

Italia

Era la última noche calurosa que pasaría en mi preciosa Italia. No volvería a ver nunca más la Fontana, ni mi pequeño apartamento, ni a Mercucchio. No volvería a respirar el aire embadurnado por el olor de la pasta y las pizzas que Biagio cocinaba desde las primeras horas de la mañana. 
-Vinny ¿qué le pasa a Dal?
-Theodore, qué puñetera manía la tuya de nombrarnos a todos con diminutivos, llámame por mi nombre ¿es mucho pedir?-dice con sarcasmo.
-Es más divertido verte así, los diminutivos acortan los nombres y ahorran saliva. Otra cosa, no me llames así, lo odio.
-¿Deverás?-dice con ironía-llámame Vincent y yo te llamaré Theo.
-¿No te estás llendo un poco del tema? Te preguntaba si sabías lo que le pasa a Dal.
Por primera vez se fija en los tristes ojos de la muchacha.
-¿Qué hay chicos?-dice sentandoce junto a ellos-Buf, hoy estoy muerta.
-Nico,hacercate un momento-le dice Theo-¿Sabes que le pasa a Dal?
-No tengo ni idea, sino me lo dices ahora no me hubiese fijado hasta la salida.
-Valla amiga estas hecha-le dice Vincent.
-Mira quién fue ha hablar.-dice Theo.
-Iré a preguntarle.-se levanta.
-Ey, ey el pedido.-le dice Theo.
-Bueno esto es una urgencia.-le saca la lengua con picardía.
-Amigos pa´ esto.-se apoya en la mesa de mala gana.-Tengo hambre.
-Theo, deja de mirarle el culo.
-¿Qué?-se pone rojo-pero que dices ignorante.-tartamudea.
-Si Biagio lo supiera tendría una charla de hombre a hombre contigo.-se ríe.
-A ti qué, te dejo tu novio y no tienes otra cosa que hacer que inventarte historias sin sentido.
-Pero si te has puesto rojo. Admite que te gusta. Admite que eres un estúpido romantico empedernido.
-Te mandaría a tomar por culo pero se que te gusta así que mejor vete a la mierda.
-Ya estoy en ella hasta los topes.
Theo se queda con la boca abierta, sin saber que responder a eso.
-Ban.bom-hace el gesto de las pistolas con los dedos y sopla.-no se me escapa una.