viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo 1

-No hay nada que hacer.
-¿Otra vez?
-Si, lo siento. Sé que no te gusta...-me planta un beso.
-Ya es más que suficiente con que respires.
-Paul... yo...-las lágrimas emergen de mis ojos como gotas de rocío sobre las ojas plastificadas de los árboles de decoración que tenemos en nuestro rellano sin toldo.-Es culpa mia y...
-Tranquilo-me abraza con ternura- no es culpa de nadie, ¿qué culpa tienes tú de ser así? o ¿qué culpa tengo yo de que quiera estar contigo?
-No me mientas-lo aparto- Tú estúpida amabilidad me hace sentirme más culpable.-digo algo enfadado- Deberías mandarme a la mierda y buscarte algo que te merezca la pena. Esto que ves aquí, esto que tienes delante, es todo mentira, no soy nada, no soy nadie, porque no soy yo.
Se ríe de manera encantadora.
-Paul esto es serio ¿qué es lo que te hace tanta gracia?
-No entiendo nada de nada de lo qeu me estas diciendo-se vuelve a reir.
-¿Y te ríes de eso?-lo miro con rabia.
-Bueno de eso y porque me recuerdas a Alicia en el pais de las maravillas, además  hay veces que tus caras son un poema.
-Qué te estoy hablando en serio.-le digo con enfado.
-Eso es lo gracioso.
-A mi no me hace gracia.
-Por eso siento cierto aprecio por ti.
-Vete a la mierda.
-Esas cosas hacen que quiera hacerte mío en este rellano bajo la lluvia.
-Y esas son las cosas por las que quiero que te acuerdes de coger las llaves.

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