viernes, 22 de junio de 2012

El bastón de Maslow

Ambos salen de aquel cuchitril sin pestillo.
-No me has presentado a tú novia.
-Señora Maslow no lo es, es la vecina ¿no sé acuerda?
-¿Qué vecina?
-La pesada del bajo C.
-¿Cómo que pesada? Ahora te quedas sin espiguetis que lo sepas.-le dices con enojo.
-Me enervas-dice Dexter.
-Chico no puedes estar aquí, esto sólo es para los propietarios.
-Señora Maslow soy yo Dexter, Dexter Gordon.
-¿Qué Dexter?
-Su nieto de puerta.-sonríe.
-A Dexter, lo siento cariño mio, esta vieja memoria ya no es lo que era.
-No se preocupe.¿Dónde esta Fran, hoy la veo muy sola?
-¿Qué Fran?
-Su marido.
-A cierto, cierto. Ha ido con Dorothy a la revisión.
-Y la han dejado sola...-niega con la cabeza-no me lo pude creer. ¿Quiere qué le haga compañía hasta que vengan?
-No, hijo, no te molestes.
-Sino es molestia, vete bajando tú, que ahora voy, bicho.-te dice mientras se acerca a la anciana-¿Señora Maslow por qué me ha pegado?
-Un caballero no le dice esas cosas a una dama. Acompaña la, divierte te un rato carajo. Que esta vieja ya lo hizo en su época.
Te ríes, qué otra cosa ibas ha hacer si no.
-Joder, yo no me río, que me ha dolido. Ay, y ahora que he hecho.
-Mal hablado, haber quién te enseña esas cosas jovencito.
-Esta bien, esta bien pero deje el bastón que es un arma masiva muy peligrosa.
-Que no me entere yo de que vas haciendo una de tus trastadas por ahí.
-Mamá, deja al pobre muchacho que estas todo el día dándole la vara-dice Dorothy que estaba llegando al rellano junto con Fran.
-Tú a mi no me digas lo que tengo que hacer porque también alcanzas ¿eh?-dice de broma.
-No te preocupes, esta vez ha sido culpa mía ¿qué tal Fran? Me estaban comentando que fuiste al médico.-dice ayudando lo a subir.
-Al médico, no hijo, no. Al veterinario por lo menos. Joder con el tal Ventura ese, si fuera por mi lo ahorcaba. Que entras con una cosa y sales con otras veinte. Putos carniceros de mierda, si mira como me han dejado, hecho un zorullo, así estoy.
-Si usted esta hecho un roble.
-Perdone mis modales señorita, buenas tardes-Fran hace una pequeña reverencia y se quita el sombrero.
-¿Modales? Los perdiste desde que pisaste el rellano mal hablado, que así me tienes al niño, desde luego que no sé que voy ha hacer con estos dos zarrapastrosos, un día de estos les lavo la boca con jabón de lagarto, par que se lo piensen dos veces antes de hablar.-dice amenazándolos con el bastón.
-Encantada-dices con una media luna en tus labios.
-De encantada ni que nada, dale un buen golpe para que se le caigan esas malas pulgas.-dice volviendo a colocar el bastón junto a su lado mientras tú sueltas otra sonrisa.
-Bueno tengo que llevar a papá a dormir un rato.
-Eso huyan cobardes.
-Si quisiera huir ya me hubiese mudado hace tiempo-le dice Dexter con una sonrisa.
-No lo haces porque no quieres dejar de tirarle los trastos a la jovencita.
-En realidad es porque no tengo un duro-dice guiñándole un ojo a la vieja, mientras esta suspira.
Te quedas esperando en el rellano, mientras Dexter y Dorothy llevan a Fran a su cuarto.
-Qué mal educado es este nieto postizo mio. Pasa si quieres niña, estas en tu casa.-dice mientras sigue meciendo se en su mecedora.
-No sino hace falta señora-sonríes-no creo que valla a tardar mucho.
-Eres muy educada, a ver si a ese chorizo se le pega algo.
Sonríes, mientras piensas que la vida está llena de sorpresas.
-Bueno,señora Maslow es hora de entrar, que Dorothy le ha traído unos ejercicios muy entretenidos.
-Me vais a volver loca con tanta porquería. No me dejan tranquila ni un segundo-dice la vieja mientras coje el bastón y entra en su modesta casa.
-Dorothy... Puedo hablar un segundo contigo.
-Si por supuesta, pasa y hablamos.
-No, que luego me oye la señora y me da con el bastón.-dice con tono infantil mientras posa una mano sobre su cabeza.
-A ver dime.
-Que sea la última vez que la dejas sola, me da igual sino me quieres llamar a mi para que me quede con ella, pero no quiero que se quede sola ¿me entiendes?-dice en un tono algo enojado.
-Lo sé, lo sé pero tu ya tienes bastante y yo no tengo dinero.
-Sé que no es de mi incumbencia pero Lance ya podría aplicarse un poquito también, te juro que como esto siga así me encuentra en la puerta de su casa, el muy canalla.
-Tranquilo, tomate lo con calma.-sonríe algo triste.
-Como si tengo que llevármela al trabajo ¿me oyes? Como si tengo que quedarme en su casa para que no este sola.
-Esta bien, esta bien la próxima vez te aviso.
-Bueno me tengo que ir con la muerta de hambre esta de aquí-te señala- si tienes algún problema me llamas-Dorothy asiente se despide y entra en la casa. Tú le propinas un toyo.-Ay cacho bestia.
-Te lo tienes merecido por imbécil.
-Si, si ya.
Comienzan a bajar las escaleras.
-¿Qué hora es?
-Las cuatro menos cuarto ¿por?-dices abriendo el pestillo.
-Porque va ha ser que-se pone de rodillas-te suplico que me lleves al trabajo en tu coche.
-Alto ahí Romeo, primero te levantas porque me pareces más idiota de lo que ya eres y segundo hay algo llamado gua-gua y otra cosa llamada taxi.
-No seas bicho, anda llevame popopopoporfaaaa-dice sin levantarse del suelo.
-Anda levanta te.
-¿Me llevas?-pone cara de cordero degollado.
 -Si, si si lo que tú digas pero haz me el favor y levantate.
-Después de todo me ama y no puede vivir sin mi-dice poniéndose en pie con tono picajoso.
-Te la estas jugando.-dices en tono de advertencia mientras entras en casa.
-Ya me callo ya...



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