-Bueno, ¿alguna vez has desayunado con un guapísimo músico en un mini-jacuzzi?
-No, y dudo que lo valla ha hacer alguna vez.
-O vamos, admite que la idea no esta tan mal.
-Haber no esta mal es horrible.-gira la cara hacia otro lado.
-Admite que te ha gustado-le vira la cara hacia él-No sé, pero creo que aún tengo unos minutos-la besa.
-Si, pero yo no-lo aparta-Lo de anoche no fue nada, pero tampoco quiero que se vuelva una costumbre.-sale de la bañera.
-Como quieras tú te lo pierdes.-se escurre en la bañera-Así tengo el baño para mi solito.
-Lo has...
-Si, me he vengado por lo de anoche.
-Como...
-Bueno no quiero alardear, pero ha sido pura corazonada.
-No sabes contra quién estas jugando, y a eso podemos jugar los dos-le dice con una mirada picaresca.
-Tampoco es que tenga mucho que perder.
-En eso te doy la razón.-coge una toalla y se envuelve con ella.
-¿Qué vas ha hacer ahora?
-Iré ha hacer unos cuantos apaños. Tengo que ganarme el sueldo de hoy.
-A que hora vuelves.
-Tranqui no volveré hasta la madrugada. Nos vemos en el bar.-le guiña un ojo y sale por la puerta.
Zack sonríe y termina de darse el baño. Ahora le toca ir al hospital, luego al trabajo. Como Odiaba el puñetero hospital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario