domingo, 19 de agosto de 2012

Como conocí a Zack

Zack estaba hecho unos zorros cuándo lo conocí, quizás por eso nunca me cayó bien. Alice lloraba, incluso discutió con Oliver y Dana por dejarle beber tanto. Greg se había ido a comprar unas cosas para el bar, y yo pase con Cristopher por allí ya que nos cogía de camino al cine.
-Hola-entramos con una sonrisa en nuestras caras, como de costumbre pero al ver el panorama se nos fue de golpe.
-¿Qué ha pasado?-pregunto.
-¿Puedo ayudar en algo?-típico de Cristopher.
-La ambulancia esta de camino, pero no podemos dejar que cierre los ojos, podría entrar en coma etílico.-contesta Dana.
-Todo esto es culpa de ellos, sino le hubieseis dejado beber tanto-les recrimina Alice.
-¡Callate! Estoy hasta las narices de tus berridos, estas todo el santo día deprimida y echándole la culpa a los demás. Ni que tú fueras una santa.-Oliver tira el trapo al suelo-yo tengo más motivos que tú para estar preocupado por él, y sin embargo estoy soportando tus insultos.-sale por la puerta y da un portazo.
-No se lo tengan en cuenta, últimamente esta muy estresado-le disculpa Dana.
-Voy ha hablar con él-les digo.
-Esta bien-dice Dana.
Salgo fuera, con las manos en los bolsillos, con la esperanza de calmarlo.
-Oye sé que Alice se a pasado, pero no se lo tengas en cuenta, sus motivos tendrá.
-No la defiendas Nick. No tiene escusas, si de verdad le importa ese tío que esta tumbado en el suelo al borde de un largo sueño debería ser ella la que este con él en todo momento. Pero claro es más fácil hecharle la culpa a los demás.-esta  apoyado en la barandilla mirando las lineas de la carretera.
-No digo que sea la forma correcta de afrontar las cosas, pero nadie puede evitar ser como es. Ni ella ni tú lo habéis hecho bien.-le pongo una mano sobre el hombro-Todavía eres muy joven para comprender ciertas cosas.
-Tengo19, estoy en la universidad. He tenido que sacarme las castañas del fuego por mi cuenta, y me estas diciendo qué soy demaciado joven para comprender lo que a la hermana de Greg se le pasa por la cabeza.¿Qué edad tienen ustedes? Ni si quiera os pasáis de los 26.
-Es sólo una idea, Oliver. No tienes porque enfadarte.
-Estas cosas no se te dan bien ¿eh?-dice con una amplia sonrisa.
-La verdad es que se me da mejor escuchar-cruzo los brazos y le correspondo con otra sonrisa.
-Gracias de todos modos.
-Que amable. Anda vamos a dentro que igual necesitan ayuda.
Así fue como conocí a Zack, el muy desagradecido, quizás deberíamos haberlo dejado morir. Al despertarse no salio ninguna palabra amable, simplemente:
-¿Qué haces aquí?-le pregunta a Alice.
-Pues verás... estaba preocupada y...
-Te voy a resumir las cosas: Me da igual, quiero que me dejes en paz, sé cuidarme, y estoy harto de que me acoses. No tengo nada que ver contigo ¿me oyes?
-¿De verdad que sabes cuidarte solo? Pues no lo parece- le digo con enfado.
-Esto no va contigo lumbreras.
-¿Tú madre no te enseño modales?
-¿Por qué, la tuya si?-le dice con total pasotismo.
Después de eso cogí mi chaqueta y le cogí a Alice de la mano.
-Si, sigues así te quedarás solo el resto de tu vida.
-Odio a la gente que tiene pena del resto, son unos farsantes que se creen que lo solucionarán todo con pena. Para eso es mejor estar solo ¿No crees?
Nos marchamos de allí, y Alice no dejaba de lagrimear.
-¿Qué le ha pasado?-pregunta Cristopher.
-Un idiota, eso es lo que le ha pasado.
No hubo más comentarios hasta llegar al bar, tuvimos que contarle a Dana y a Oliver  lo sucedido. Cuando vino Greg y escucho la historia cerro el bar por un día.

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