Secuestran a Cat

-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Dispara.
-¿Por qué venías cada noche? ¿Por qué sigues haciendolo? ¿Qué hay de especial en este antro?
-Presisamente porque es un antro, y porque tus pintas daban pena, igual que ahora. Pero es parte de tu encanto.
-Que alagador.-sonríe.
-Bueno y que pensabas de mi.
-Sigo sin saber que pienso de ti ahora.
-¿Nos vamos a casa?
-Venga-posa la mano sobre su hombro-Quizás podamos aprovechar el tiempo de otra manera.
-Primero tendrás que cojerme-dice hechandose a correr-¿No me vas a seguir?
-Para que si vamos al mismo sitio.
-Eres un aburrido.
-Quizás sea más listo que la presa-la agarra de la cintura.
-Eso es trampa.
-¿De verdad? Nunca he dicho que juegue limpio.
-Sabes que pasa, yo tampoco.-le guiña un ojo.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Que tendrás que currartelo más.-sale corriendo con las llaves en sus manos.
-Pero que...-se mira los bolsillos-Hey, vuelve aquí-corre detrás de ella con la guitara tintineando en su espalda.
-Te dije que me las cobrarías.
Pero la chica de los gatos corre mucho mas rápido que él. Pero tampoco esta sola, alguien la busca, y por fin la encuentra. Cuando Zack hace rato que la ha perdido de vista, dado que Cat se dedica a parar por sus propios atajos, esta es secuestrada. Le tapan los labios y se la llevan. Ella la da un golpe en el estomago con su codo y al zafarse de las manos del depredador cae al suelo.
-Sh. Soy yo.
-¿Beck?