martes, 27 de marzo de 2012

Sueños

-Algún día tocaremos en un escenario.
-Permiteme que lo dude.
-Pero no un escenario enorme y con maravillosos focos. No, no quiero uno de esos, quiero un bar cutre y bohemio con las paredes a trozos.
-No creo que lleguemos a eso si quiera.
-Con esa actitud claro que no.¿Y qué tal en la calle? Eso si podemos hacerlo, nadie nos puede decir que no.
-Si te hace feliz... -Annibal se encogió de hombros.
-¿Acaso no te gusta la música?
-Sinceramente, me encanta. No podría vivir sin ella, pero me da igual el resto del mundo, me da lo mismo si aplauden o me tiran piedras, sólo quiero oír música. Además me resulta maravilloso poder oír tal grato sonido.
-¿No tienes sueños? Es que acaso no tienes ninguna meta.
-Bueno, quizás, no lo sé. Realmente estoy bien como estoy.
-¿No te gustaría que te recordarán?
-Para qué.
-Para dejar huella en este mundo tan arrogante, para eso. Dejas una marca, y todos sabrán que has existido, eso es mejor que nada. Aunque sólo sean unos pocos los que te recuerden.
-Bah, es ridículo. Los que me recordaran son las personas a las que realmente les he importado y no unos desconocidos que presumirían de saber mi vida. Además, en mi opinión un grupo es bueno cuando no busca la fama pero aún así hay gente que lo escucha,sin buscar nada hay gente que los sigue, eso dice mucho del grupo.
-Te falta sangre en las venas, deberías aspirar a lo más alto, porque eso significa que te aprecias y aprecias lo que haces, y eso es algo esencial que deben tener las personas.
-Son dos maneras de verlo, ¿no crees?
Rut se levanta de las escaleras y le enseña la lengua.
-¿Es qué nunca vas a cambiar Annibal?  
Él sonríe y se encoge de hombros.
-Quizás, quien sabe.
Ella le coge de la mano y echan a correr por el parque de arboles en pleno otoño. Ella ríe y corre y él desea rosar sus lasbios con los suyos.

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