martes, 17 de julio de 2012

El chocolate de Zack

Era un hombre normal y corriente con una guitarra en las manos, un micrófono cerca de los labios y unos tablones donde enseñar: aquella voz rota, esa mirada perdida de tres noches sin dormir, esa cara distante, esa barba de tres días, ese pelo indomable, esa sonrisa de perdigones y las ganas de suicidarse con las tachas del escenario. No era nadie y seguiría siendolo. "No hay nada como el cuadradito de chocolate después de un gran concierto". No era nadie y seguiría siendolo. Tus grandes conciertos nunca fueron más allá de los bares que no se podían permitir algo mejor. Esos bares que dejan que toque cualquiera. No era nadie y seguiría siendolo.
-Que luces de neón más bonitas-dijo-son iguales que tus ojos.
-Guardate tus intenciones para la rameras del bar.
Ríes, como si hubiese dicho un chiste.
-Venga, no me vengas con estupideces a esta alturas¿crees que te llevaría al catre?
Lo miro de arriba a abajo, claro que me llevaría, por el amor de dios, claro que sí, estaba solo quería sentir que era alguien para alguien pero no tenía a quien reclamarse lo.
-Pues no te equivocas.
-Perbertido.
-Sería un perbertido si pasara de tu negativa y te hiciera mía en esos cubos de basura-suelta el aire de su estúpido cigarro lleno de basura de primera.
-Deberías dejar de fumar esa mierda.
-Deberías probarla antes de decir eso.
-Si me lo hubiese dado otro la hubiese cogido sin pestañear.
-No te la voy cobrar.
-Más te vale-le quita el porro.
-Hey, ¿no dijiste que no querías?
-Jamás he dicho eso-sonríe mientras hecha una calada.

No hay comentarios: