lunes, 9 de julio de 2012

Dile que le espero en la 224 del andén

Ayer quise gritar le al mundo lo que opinaba de sus tripas, ayer quise ser alguien para alguien. Quise darle de palos a los cretinos que piensan que no soy nadie y gritar a los cuatro vientos que esta mierda en la que me encuentro apesta.Quería gritar basta, quería decir "Hasta aquí hemos llegado". Quería decirle a la señorita vida que no hay nada peor que su regalo a descambiar.
Me preocupaba mirar al pie de la ventana y ver que mientras las nubes se consumían tu lo hacías con ellas.   ¿Por qué te marchas siempre?
Sólo quedan dos años, le escuche decir a la puerta.
Espero que dentro de uno el mundo se acabe, porque nadar entre sus tripas llenas de pus se me esta volviendo incómodo.
Tenía tantas ganas de correr, de gritar, de llorar, de detonar el sol, de desgarrar este agujero lleno de basura con las esquelas de los que se enfrentaron a la muerte enamorada del aliento de sus bocas. Tenía tanto que escupirles a la cara.
¿Quieres hacer un último viaje junto a mis pies? Hace semanas que sé que ya no podrá ser, hace semanas que me planto enfrente de una puñetera pizarra a aprender cosas que nunca quise saber. A aprender gilipoyeces cuando podría estar contigo en Huelva, Sevilla, Alemania, Rusia... Vete a saber en que rincón nos habríamos metido intentando huir de la mano huesuda.
Igual mañana te atropeya un coche, como te meten un balazo en el costado, Satán no lo quiera, porque seguro que Dios te espera para que le limpies los juanetes, igual que llevas lamiéndole el culo desde que naciste.
No, no estoy enfadada, no estoy dolida, no estoy triste, no quiero hacer nada. Me pudro por dentro y envejezco por fuera, quizás esa sea la definición de Insensible.
No me digas con tu sonrisa de plata que nada puede ir mal, cuando por detrás nos bombardean con la metralla de todos los días; no me digas que todo va a ir bien cuando parezcas un colador, porque ya no soy la niña que era, porque ella y yo sabemos que eso es mentira.
Desgarro con uñas y dientes el saco putrefacto que nos envuelve, pero sólo entra más estiércol. ¿Quieres sellarlo con lo mismo que tapabas los agujeros de mis pantalones? No creo que hallan parches tan grandes pero seguro que tú encontrarías alguno. ¿Te parece buena idea?
 Eso de hundirse en la descomposición de lo que el mundo devora con sus zarpas ya esta muy visto ¿qué tal un chocolate caliente con helado y nata para la próxima?
Haz me un favor, cuando venga a buscarte el de la capucha negra dile que le espero en la 224 del andén, dile que quiero hacer un trato con él.

1 comentario:

Yo, prettyke dijo...

aplauso aplauso aplauso .....me encanta :O