martes, 29 de mayo de 2012

Quizás lo supiéramos.

Quizás aquella vez que dormíamos bajo las mismas sabanas supimos que no sería para siempre. Era el relleno de una falsa historia, porque lo era, era mentira. Pero acaso no sería mejor pensar lo contrario, pensar que tienes algo que, efectivamente y unicamente, merece la pena. No, porque eso también es mentira.
Ayer camine por la avenida, cuanta gente, y ni una sola se fijo en mi, ni si quiera tú. Posaste tus ojos y los desviaste como si de un extraño me tratase. Luego vi a Spike , siguiéndote como un perro faldero dando honor a su nombre. Un pijo estirado que no se había comido una rosca en su vida; pero que más da, te importa más lo que hay debajo de esa falda que lo que hay debajo de tú pecho; y lo peor de todo es que yo lo sabía. Soy tonto pero no tanto como para celebrar tus orgías con una copa de verano. Lo siento, pero el caraoke a las diez de la noche no era lo mio.

No hay comentarios: