miércoles, 30 de mayo de 2012

El paraíso hecho trizas

Me sentía atrapada en un falso paraíso, espere a que vinieras por mi, pero en el fondo sabía que no ibas a volver. Cerré los ojos para no ver que es lo que estaba sucediendo, no dio resultado. Nunca tuvimos remedio, siempre fuimos almas errantes de la oscuridad mental del paraíso, la serpiente del manzano, la mala influencia de pinocho, la criptonita de superman, el lobo de los cinco créditos, dos personas tan iguales pero a la vez tan distintas. ¿Ahora qué? Ahora que cada uno ha ido por su lado ¿a dónde voy yo?
Camina por la acera dándole vueltas a los acontecimientos haciéndose a la idea de no verle nunca más.
-SOCORRO, SOCORRO... QUE ALGUIEN ME AYUDE.
Paraíso, lo hacían llamar paraíso. Y una mierda.
-Ey, tú, grandullón, deja a mi abuela.
-O si no ¿qué? ¿Qué puedes hacerme tu con esas manitas?-dijo con recochineo agarrándolo de la camisa.
-Deja a mi nieto-dice la abuela propinando le un par de golpes con el bolso.
-Dejeme en paz vejestorio, esto no va con usted.-la empuja con fuerza y cae en una mala postura.
-ABUELA.-dice medio lloroso.
-¿Oh? Que bonito, ¿te vas a poner a llorar?
El chico de rizos rubios le muerde el brazo.
-SERÁS, ahora si que te las has ganado enano cabrón.
-Métete con algo de tu tamaño, monstruo.-Eider se pone en medio de la pelea, dispuesta a recibir el golpe. El pequeño de doce años se pierde en su amabilidad, admirándola.
-Valla que tenemos aquí. Y parecía tonto el pendejo ese. ¿Quien eres su hermana?
-Y a  ti que te importa engendro de pacotilla.
-Valla pero si la pequeña gatita aruña.-suelta una risotada- y yo que sólo quería el bolso... parece que hoy me llevaré algo más que eso.-dice con lujuriosa mirada.
-Me das asco-Eider le escupe en la cara.
El tipo que sólo quería robar un bolso se limpia.
-Tú lo has querido guapa.- le propina una bofetada que le hace caer al suelo en redondo, y comienza a patearla.-esto te enseñará educación.
Quién le mandaba a meterse en estos problemas.
-Eh tú, ya puedes estar quitándole tus zarpas de encima a la señorita.-otro más se unía a la fiesta.
-No me hagas reír ¿tú y quién más?
-Qué te parece esto-dice sacando una pistola.
-Alto tío, ¿no querrás matar a nadie?
-Provócame para que veas.-dice casi serio.
-Vale ya me largo, lo siento.
-Ni si te ocurra volver, o la próxima vez te clavare una bala en el centro de tu estúpida y fea frente de ballena.
El hombre hecha a corres sin mirar atrás. El muchacho de cabellos negros se hecha a reír como un descocido, se seca las lágrimas y se acerca a la chica, quien intente levantarse.
-¿Te ayudo?-dice colocándose a su altura, arras del suelo.

No hay comentarios: