Quieres teñir sus lágrimas con un atisbo de felicidad que no posees, en situaciones como estas sonríes a cubierta, miras el cielo y sueltas: Mañana será otro día. Pero no puedes tratarlo todo con la misma medicina, no, no puedes.
-Me vengaré, los mataré uno a uno con mis manos, les arrancare la vida, les sacaré los ojos con las uñas y les desgarraré el cuerpo, los dejaré irreconocibles-maldice Rori con ira y lágrimas mientras se mira sus manos llenas de sangra seca.
Reik se acerca, se agacha y le pone una mano sobre el hombro. Rori lo mira.
-Me ayudarás ¿verdad? ¿Te quedarás conmigo?-dice con lagos cristalinos que se deshacen en sus mejillas.
Reik asiente, y la niña de ojos esmeralda lo abraza con fuerza mientras su larga y lisa melena descansa en las ondas del poco viento que se mueve por la inmundicia de <<Malpaís>> , y sus gotas de rocío empapan unos centímetros de aquel suéter desgarrado y lleno de escombros.
-Lina... Lina...-una voz quejumbrosa resuena en lo que alguna vez fue el pasillo de una humilde casa.
-¿Saul?-pregunta Reik.
-Lina... Dónde esta Lina-toce, tiene un hombro descolocado, con una mano se agarra las costillas y arrastra su pie izquierdo. Su boca sangra, ¿y sus ojos? Ya no ven, el polvo cristalino de las ventanas lo ha dejado ciego.
Reik corre hacia él y lo acuesta en el suelo.
-Lina...
-No sabemos dónde está.-Miente Reik.
Rori, los mira aterrorizada sin levantarse ni un palmo del suelo, no puede creer lo que ve: "No" se repite para sí "No". Contaba con que sólo fuera Lina, contaba con que sólo su hermana fuera la que acababa de morir en sus manos... Pero... Saul, Saul estaba pendiente de un hilo. Su esperanza se esfumó como la pólvora ante un mechero. Sintió el ardor en el pecho, un picor escabroso en los pulmones, sentía como si el aire le faltara, aunque no lo hecha en falta. No puede asimilar tantas cosas juntas, no era tan fuerte como creía. El shock, le hizo creer ver los a todos muertos por la habitación. No tardo mucho en dejar la mente en blanco y caer en redondo.
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